Canarias es una potencia turística, así lo confirman las estadísticas que tanto airean los gobiernos central y autonómico. Sin embargo, el Ejecutivo canario está fracasando en los planes de Formación Profesional destinados al empleo en el sector turístico.
Canarias ha recibido en los primeros siete meses del año casi 7 millones de visitantes, un 0,9% más que en 2014. Pero los profesionales canarios del sector distan de estar a la altura que demandan los turistas que llegan a las Islas.
Así lo pone al menos de manifiesto el informe elaborado a finales del pasado año por la Audiencia de Cuentas referido a esta cuestión y en el que se concluye que “la Administración adolece de mecanismos suficientes destinados a la detección de las necesidades formativas demandadas por el mercado laboral con objeto de cubrirlas, en especial para los de perfiles emergentes”.
Nichos de empleo que la Audiencia detecta en los campos de gestor estratégico de ventas, responsables de reuniones, congresos y eventos y gestores de redes sociales y que sin embargo la Administración no incluye en su catálogo.
Además, el informe de la Audiencia de Cuentas incide en que “el conocimiento en idiomas es la mayor debilidad de la formación profesional de la familia de Hostelería y Turismo”, lo que se ha convertido en un factor determinante para la empleabilidad.
Canarias sigue sin aprender inglés, francés, alemán, noruego, polaco y ruso, los idiomas que hablan los turistas que nos visitan, por lo que la Audiencia de Cuentas recomienda “un notable refuerzo en el desarrollo de competencias en idiomas, con fines específicos en Hostelería y Turismo”.
Y es que en el informe se critica que, hasta ahora, los idiomas han tenido “un papel secundario dentro de la formación profesional”, por lo que consideran que el Ejecutivo regional debe otorgarles “ la relevancia que tienen, al ser un requerimiento fundamental y generalizado del sector turístico”.
Con todo, también incide en la necesidad de mejorar la “formación para la atención al cliente y los conocimientos informáticos”, dos áreas en las que tampoco se ha hecho bien el trabajo por parte de la Administración regional.