''Hay más conciencia de reclamar tras un accidente''

Enrique Viera nació el 10 de agosto de 1967 en Las Palmas de Gran Canaria. En 1999 inauguró su empresa Indemnización Directa, primera compañía española especializada en reclamaciones de accidentes de tráfico.

Enrique estudió derecho en Las Palmas de Gran Canaria y luego en Inglaterra. Los primeros casos que llevó adelante, una vez que regresó a España, fueron de turistas ingleses accidentados en las islas. “Empecé a llevar estos accidentes de trafico y me di cuenta de que realmente el accidentado de tráfico necesita una ayuda, desde el punto de vista de la curación medica, de la reparación del vehículo, de la indemnización, que debería de cobrar y que en España había un vacío” dice Enrique.

El empresario agrega que los abogados se encargaban de este tipo de casos pero sólo desde el punto de vista jurídico, a través de demandas. Es así que Enrique decidió abrir Indemnización Directa. Con una mínima difusión, cogió cerca de 80 casos, luego comenzó a crecer la cantidad de casos que llegaban a Indemnización Directa.

En el 2001 abrió en Madrid, luego en Sevilla y en Barcelona. En el año 2006 comenzaron a incorporar gente a la empresa hasta llegar a 40 trabajadores, cogían 2000 accidentes al año, y ya en el 2007 Indemnización Directa había crecido demasiado.

“En el año 2009 empezamos a reestructurar la empresa de otra manera, empezamos a contratar el tema de las franquicias, y me fui a Estados Unidos e hice un curso de franquicias” explica el empresario. En enero vendieron la primera franquicia en Tenerife, después abrieron dos en Madrid, una en Móstoles y otra en Alcalá de Henares. Más tarde vendieron la oficina de Barcelona en régimen de franquicia, y colocaron otras oficinas en Zaragoza y en Gijón. Sumando la franquicia que están por concretar en La Coruña, la empresa cuenta actualmente con 12 oficinas bajo sistema de franquiciado.

Para Enrique es muy difícil gestionar a 50 trabajadores por lo que el sistema de franquicias es el más recomendable para pequeñas empresas autónomas, “porque es fácil hacer productivo un grupo de trabajo de 5 o 6 personas, no de 200” agrega el empresario.

“Al principio, los abogados nos veían como competencia y la verdad que les hacemos competencia porque cogemos asuntos de tráfico, que si no los cogemos lo cogerían ellos, pero realmente no tiene nada que ver con lo que existía, ni con lo que hacen ellos. Es un concepto de negocio diferente, nosotros no asesoramos, sino que el cliente viene y nos encarga una reclamación, firmamos un contrato, y se va tranquilo para su casa. Nosotros empezamos a tramitar esa reclamación, por la vía amistosa a la compañía de seguros, hacemos que nuestros médicos vean al paciente, hacen unos informes, reclaman a la compañía de seguros e intentamos llegar a un acuerdo” explica Enrique acerca del funcionamiento de su empresa.

Llegó un momento en que Indemnización Directa tenía tantos casos en sus manos que surgió la necesidad de contar con un software especializado. Estuvieron cuatro años desarrollando el programa que actualmente utilizan el departamento jurídico, los médicos, los tramitadores y los gestores de campo de la empresa. Todos van haciendo tareas sobre el mismo software, lo que permite gestionar miles de expedientes al mismo tiempo.