El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha asegurado que el banco malo tiene que ser una sociedad de gestión de activos inmobiliarios “rentable” que se desprenda de éstos en un plazo de entre diez y quince años.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que ha aprobado la tercera reforma financiera, Guindos ha indicado que el objetivo es que el banco malo sea viable, que no genere pérdidas ni impacte en el contribuyente.
Está previsto que este instrumento al que las entidades nacionalizadas transferirán sus activos inmobiliarios dañados esté definido a finales de noviembre o principios de diciembre.
Guindos recordó que la creación del banco malo estaba recogida en el memorando de entendimiento firmado con Bruselas para recibir la ayuda financiera de 100.000 millones de euros para sanear la banca.
El Gobierno sostiene que cuenta con el acuerdo del Banco Central Europeo, de la Comisión Europea y del Fondo Monetario Internacional para el funcionamiento y los detalles del banco malo.