DUBLIN, 7 (Reuters/EP)
El Gobierno irlandés ha presentado en el Parlamento sus presupuestos para 2011, que recogen un ajuste de 6.000 millones de euros, mediante un recorte del gasto y un incremento de los impuestos, y ha recalcado que su aprobación es crucial para evitar una crisis más profunda y liberarse de la ayuda de la UE y el FMI.
En un discurso en el Parlamento, el ministro de Finanzas irlandés, Brian Lenihan, presentó una serie de medidas de austeridad que incluyen recortes en las prestaciones familiares y las pensiones del sector público, y una ampliación de la red fiscal.
Lenihan reconoció “errores”, pero incidió en que es el momento de que el país, que se encuentra en el centro de la profunda crisis de deuda que sacude a los países de la eurozona, vaya hacia adelante con “confianza y determinación”. “La magnitud de este ajuste es exigente, pero demuestra la seriedad de nuestro intento”, añadió.
La aprobación de los presupuestos para 2001 en el Parlamento es imprescindible para que el país pueda acceder al primer tramo de la ayuda de 85.000 del Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea, activada este martes de manera formal por los ministros de Economía de la UE.
El principal partido de la oposición, el Fine Gael, ha criticado al Gobierno irlandés por el mal manejo de la economía y por sacrificar la soberanía del país. “Este presupuesto es el presupuesto de un gobierno títere que está haciendo lo que le han dicho que haga el FMI, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo”, aseguró el portavoz de Finanzas del Fine Gael, Michael Noonan.
El presupuesto de 2011 es el “más duro” del plan de austeridad de cuatro años que tiene como objetivo ahorrar 15.000 millones de euros, casi el 10% de la producción económica anual del país, y devolver el peor déficit del continente a los límites establecidos por la UE en 2015 como muy tarde.
Por otro lado, Lenihan confirmó que el Gobierno mantiene su previsión de crecimiento de la economía irlandesa en el 1,7% para el próximo año, frente al 0,9% previsto por la Comisión Europea, cifra que los analistas consideran demasiado optimista.