El diferencial de precio existente entre lo que recibe de media un agricultor o un ganadero por sus producciones locales (renta por venta) y lo que paga el consumidor a la distribución minorista en la Comunidad Autónoma de Canarias se situó en julio pasado en 2,99 puntos (IPOD general), lo que significa que, de cada 2,99 euros que abonó el consumidor por la compra de sus productos frescos de origen local, el productor solo recibió un euro de promedio.
Esa evolución de los valores de transacción desde la tierra hasta el supermercado se recoge en el llamado Índice de Precios Origen-Destino (IPOD) que elabora la organización profesional agraria COAG-Canarias con carácter mensual. El IPOD, y esto hay que tenerlo en cuenta, muestra notables diferencias según los alimentos frescos que se comercializan y analizan bajo este sistema de control.
El mayor diferencial entre el precio de origen y el de destino se dio en julio de este año en la berenjena, cuyo precio al consumidor fue 9,21 veces mayor que el pago recibido por el agricultor (0,19 euros/kilo, el precio al agricultor, y 1,75, el pagado en los puestos finales de venta).
Otros alimentos frescos en los que se detectaron diferencias relevantes se relacionan con la col repollo (en la que los precios entre origen y destino se multiplicaron por 7,55) y el puerro (que los agricultores cobraron a 0,28 euros/kilo, mientras que los consumidores abonaron la cifra promedio de 1,89).
La ternera sigue dando la nota
Además, se debe apuntar que, en el caso de producciones como la berenjena, la col repollo, el puerro, la papa o el tomate de ensalada, lo recibido por el cosechero según los precios de julio pasado no le permitió cubrir sus costes de producción, al menos antes del abono de las ayudas directas del programa Posei (las de este año se transfieren en junio de 2017).
Respecto al subsector ganadero de las islas, el mayor abismo entre los dos umbrales de precios se detectó una vez más en la carne de ternera, cuyos valores entre origen y destino se multiplicaron por 4,01.