Fue como una mala actuación, sin un guión sólido ni dirección artística, maquillaje o vestuario que diera el pego, ni siquiera había esta vez entre el público un apuntador para apurar un barniz de intensidad a una de las más grandes bufonadas jurídicas que haya padecido la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Canarias. Tanto, que lo que evacuó por su boca el que fuera asesor de la exconcejal de Telde ya fallecida Toñi Torres, Francisco Gordillo, autor confeso de varios delitos durante el gobierno municipal PP-Ciuca de 2003-2007, provocó risas y movió a pena. Incluso cuando dijo que de ahí se marchaba al juzgado de guardia a denunciarlo todo. Y ya fuera de la sala se desdijo.
Citado como testigo por el ministerio fiscal en el juicio del caso Grupo Europa al diputado canario del PP Jorge Rodríguez, la pieza separada de la matriz llamada Faycán en la que él mismo está acusado de varios delitos, Gordillo Suárez, exasesor de la concejal de Vias y Obras, consejera delegada de Urvitel y presidenta del PP de Telde de 2004 a 2006, momento de la detención de ambos, se retrató este jueves retractándose de todo lo que declaró entre 2006 y 2008 a la Policía Nacional y al juez instructor del caso en Telde. Y lo hizo de modo grotesco, acusando de coacciones y amenazas al inspector de Policía instructor del caso matriz y de la pieza separada, a su jefe de grupo y a la que después fue jefa superior del Cuerpo Nacional de Policía en Canarias.
Hace siete años, Paco Gordillo declaró que la famosa hoja de un bloc de un hotel de Venecia en la que Toñi Torres apuntó siglas y cantidades podían corresponder al reparto de comisiones en las que él mismo participó en otras operaciones, según su confesión, y en concreto esta la relacionaba con Gestión de Cooperativas Europa, la promotora canaria de viviendas sociales de Grupo Europa, y el reparto de dinero entre los concejales del PP que hiciera Toñi Torres de las cantidades entregadas por el promotor y dueño de la inmobiliaria madrileña, José Manuel Antón Marín. Este jueves, Gordillo lo negó todo y aseguró que fue forzado por dos policías y su jefa a declarar eso, bajo amenazas.
“Me dijeron que si no declaraba lo que ellos querían iban a meter a toda mi familia en la cárcel”, aseguró Gordillo dando los nombres y apellidos de los policías a los que acusa de coaccionarle, amenazarle y obligarle a dar falso testimonio en un procedimiento judicial. “Yo estaba agobiado y dije que si tenía que decir que maté a Kennedy, que dónde había que firmar”, comentó en una declaración difusa, sin conexión entre lo que decía y lo que le preguntaban, ávidos, los letrados de los acusados, dando pávulo y elevando a los altares de la veracidad el testimonio de quien entre 2006 y 2008 dio con pelos y señales, “en ocho o diez declaraciones” ante el juez, detalles de la trama. “Me decían que tenía que responder a todo que sí, o si no [...]; estaba agobiado...”
“Soy creyente, ahora digo la verdad porque estoy de testigo”, llegó a a asegurar Gordillo para darle más realce a las dos o tres afirmaciones altisonantes que manejó durante menos de una hora de interrogatorio: “No recuerdo esa declaración, lo hice muy presionado y amenazado por la Policía”, o “he estado cuatro o cinco años agobiado, y se me ha quitado el miedo ahora”, “las cosas que decía me las inventaba, he sido presionado”, reiteró ante preguntas dirigidas por casi todas las defensas de los acusados, a los que dijo no conocer pero saludó a algunos con gestos de aprobación a su salida de la Sala de Vistas número 15 del Edificio Judicial de Las Palmas.
El excargo de confianza del PP en Telde, eso sí, fue incapaz de desmentir el hecho fundamental de su citación como testigo, más allá del ruido montado en torno a la teoría de la conspiración y los comentarios de mantequilla y el coste de la misma que provocó entre parte de la audiencia. En 2007, Gordillo reconoció la letra de Toñi Torres en la hoja del bloc de un hotel veneciano, en la que figuraban siglas, en teoría correspondientes a cargos del PP, y cantidades, a repartir. Este jueves, a preguntas del fiscal, dijo: “Yo dije que sí, la letra es de ella, pero yo no soy un experto”.
La declaración de Gordillo llevó a las defensas a solicitar al tribunal que dedujera testimonio, “con la inmediatez y urgencia que la gravedad requiere”, según el letrado de Jorge Rodríguez, al juzgado de guardia para iniciar una “instrucción complementaria” que, a juicio de este abogado, dilucide si lo que dice ahora Gordillo es verdad y los policías manipularon pruebas, escritos y testificales en toda la trama de Faycán. El ministerio fiscal se unió a la petición de dar cuenta al juzgado de guardia de lo dicho por Gordillo, pero por falso testimonio en su declaración actual. La Sala se reservó su decisión al momento de dictar sentencia, como el valor de esta testifical.
Gordillo puso la salsa a una mañana insulsa, en la que el desfile de policías que participaron en los registros de oficinas y domicilios cuando se desató la fase operativa del caso Grupo Europa, el 16 de mayo de 2007, pocas novedades aportó al juicio, aparte de la decisión del tribunal de dejar para el final de todas las testificales su decisión sobre la petición de uno de los abogados de que acuda al juicio como testigo el primer inspector del caso Faycan, aunque haya estado en todas las sesiones del caso, menos en la de este jueves, como ya desveló este periódico.
El propio presidente preguntó al abogado si sabía si el inspector solicitado como testigo había estado presente en la sala. El abogado dijo desconocer ese hecho, y que en todo caso, no tenía prohibición de acudir al juicio ese inspector al que este periódico ha visto en varias ocasiones departiendo en recesos anteriores con abogados y acusados. Incluído el letrado solicitante. Este viernes, más.