El nuevo panorama político español dibuja un escenario en el que nada parece seguro. Habrá que esperar al 24 de mayo, cuando las urnas hablen, para conocer cuál es el sentir de la mayoría de los ciudadanos. Lo único en claro es que la hegemonía de los dos grandes partidos que han dominado la esfera política, el Partido Socialista y el Partido Popular, se resquebraja para que entren en juego nuevos actores que reclaman un espacio donde poder participar de las decisiones públicas.
En los últimos meses la divergencia a nivel nacional entre el PP y Podemos se ha agudizado tomando como referencia los supuestos vínculos de chavismo de Venezuela con la formación de Pablo Iglesias, quien acusa a los populares de acudir a la estrategia del miedo con el objetivo de desacreditarlos. La estela nacional ha dejado sus efectos en la política canaria donde los mismos recursos envuelven las estrategias y discursos de determinados candidatos de cara a las elecciones.
Este lunes se celebró en Las Palmas de Gran Canaria un debate sobre política económica que tuvo como ponentes al candidato de Ciudadanos al Cabildo de Gran Canaria, Eduardo González; a la socialista Carolina Darias; el popular Jorge Rodríguez y Esther González (Nueva Canarias), aspirantes al Parlamento y a Noemí Santana, candidata de Podemos al Gobierno de Canarias.
El encuentro destacó por las claras desavenencias ideológicas entre Jorge Rodríguez (PP) y Noemí Santana (Podemos), quienes no desaprovecharon el escenario de la Real Sociedad Económica Amigos del País para subrayar, una vez más, que sus posturas son antagónicas. El popular, al estilo Esperanza Aguirre, acusó a la candidata de “querer convertir a Canarias en la nueva Caracas” y a la que se dirigió cada vez que tenía el turno de palabra. Santana, también haciendo gala de sus mentores a nivel estatal, achacó al popular el uso de la “estrategia del miedo”. “Los que tienen que temer a Podemos son los empresarios corruptos”, enfatizó la política, que acusó además a Rodríguez de no haberse actualizado al quedarse en el programa de Podemos a las elecciones europeas.
El político del PP remarcó con insistencia su rechazo a lo público y su defensa a ultranza de lo privado, que según sus palabras “son las que traen el empleo”. El candidato quiso exponer su posición clara en defensa del laissez faire, una desregularización que deje campo libre a las empresas y mercados para actuar sin trabas y abogó por un Gobierno de Canarias “más incentivador y menos obstaculizador”.
En el otro extremo, Noemí Santana, desgranó el programa electoral de Podemos del que sobresale la renta básica de 600 euros para aquellas familias sin ningún tipo de ingresos. Sus propuestas, con un marcado perfil social, como la creación de una banca pública canaria para ayudar a las PYMES, personas necesitadas y jóvenes, no dejaban bastante claro cómo se articularían. Esther González, de Nueva Canarias , se aprovechó de esta laguna y quiso cercar a la candidata de Podemos, inquiriéndole de dónde saldría el dinero para pagar la renta básica, a lo que le respondió que se trataba de un asunto que “aun no podían valorar”.
Un pacto por la pobreza
Santana irrumpió con fuerza en su comparecencia inicial proponiendo al resto de candidatos un pacto por la pobreza que intente paralizar las dantescas cifras de exclusión social de Canarias. El resto de candidatos asintió gestualmente la iniciativa de la política canaria. Sin embargo, Esther González recordó que este pacto lo lanzó Nueva Canarias al Parlamento pero que no contó con el respaldo suficiente. “En todo caso es Noemí la que está de acuerdo con Nueva Canarias”, señaló González.
Los reproches al pasado también salpicaron un debate que la mayoría aprovechó para cuestionar al Gobierno de Coalición Canaria y PSOE. En relación al pacto por la exclusión social formulado por Nueva Canarias, Esther González quiso aprovechar la cercanía para saber por qué el candidato popular se opuso a su aprobación. “No me gusta hablar del pasado”, manifestó Rodríguez.
Las presentaciones de los candidatos podrían compactarse en un mero recordatorio de los datos desesperanzadores del desempleo y la pobreza en Canarias. Propuestas sí, pero pocas. Los políticos se perdieron en medidas incentivadoras, cambios de modelos productivos o en la creación de una economía productiva pero sin especificar cómo deberían desarrollarse. Salvo algunas matizaciones, como la intención de Nueva Canarias de reformular la política fiscal para que los que tengan más paguen más o el autoabastecimiento y soberanía energética, proclamada por Noemí Santana, el resto fueron proyectos complejos que no se detallaban.
Recriminaciones entre PP y PSOE
La tradicional disputa entre PP y PSOE tampoco pudo faltar a la cita y los candidatos de ambos partidos también se dirigieron mensajes recriminatorios. Rodríguez trazó un paralelismo entre dos conceptos “incompatibles” en su opinión: PSOE y empleo. Carolina Darias mencionó en más de una ocasión “los recortes del PP” a los que achaca la compleja situación económica del Archipiélago y que han “asfixiado y maltratado a la población canaria”. La socialista enfatizó que a pesar de la adversidad, la tasa de desempleo se ha conseguido reducir en los últimos años.
Los dos grupos se remontaron a la aprobación en 2009 del modelo de financiación autonómica, el PP para rebatirlo y el PSOE para reclamar una revisión del mismo. Rodríguez señaló a Darias que este sistema del que “se queja” fue aprobado por el Partido Socialista y la candidata le recordó que el ministro Soria también fue de los que respaldó el actual modelo.
La aplicación de una renta básica dividió a los candidatos entre los que optan por mantener las ayudas existentes y Noemí Santana, que apuesta por el salario de 600 euros a personas sin ingresos. Rodríguez se mantuvo en la quietud, pues recalcó que ya “existe la prestación canaria de inserción”. El candidato de Ciudadanos, también señaló que ya funciona un tipo de ayuda para las personas más necesitadas y se centró en los “complementos salariales” que acompañarían a aquellos sueldos que no alcancen el mínimo interprofesional. Santana por su parte, defendió que el objetivo es que a largo plazo se pueda instaurar a nivel nacional una renta básica universal.