El presidente del Cabildo de Fuerteventura, Blas Acosta (PSOE), ha comunicado al pleno de la corporación que renuncia al cargo, amenazado por una moción de censura entre los siete concejales Coalición Canaria (CC), los cuatro Partido Popular (PP) y una de Asamblea Municipales de Fuerteventura (AMF), una vez ha quedado roto el pacto que lo catapultó a la presidencia del Cabildo de Fuerteventura tras las elecciones de 2019.
Ahora, hasta que el pleno elija a un nuevo presidente entre los cabezas de lista de los distintos partidos, que tendrá que tener lugar en los 10 días siguientes, presidirá la Corporación Insular el consejero de Nueva Canarias (NC) Alejandro Jorge, que ocupaba la vicepresidencia primera.
“No voy a ser un obstáculo ni a permitir artimañas”, ha señalado Acosta durante una sesión plenaria en la que se ha aprobado de forma inicial el presupuesto de la Corporación Insular para 2021 y ha tomado posesión Sandra Domínguez, de la AMF, como consejera en sustitución de Marcelino Cerdeña (Unidos por Bertancuria) quien, junto a Sergio Lloret, de Asambleas Municipales de Fuerteventura, fueron destituidos por Acosta después de que ambos no se presentaran al pleno celebrado en diciembre para aprobar los presupuestos.
Con esa decisión, Acosta, líder socialista en la isla majorera, quedó en minoría después de ser elegido presidente del Cabildo de Fuerteventura en julio de 2019, tras prosperar la moción de censura presentada por el PSOE, Nueva Canarias-AMF y Podemos contra la candidata más votada en las elecciones locales, Lola García (CC).
Además, Nueva Canarias (NC) rompió con con sus aliados insulares, AMF y Unidos por Betancuria, y Sandra Domínguez tomó la decisión “unilateral” de abandonar su grupo en el Parlamento de Canarias y desde entonces es no adscrita. Esta iniciativa que fue criticada por Luis Campos, portavoz parlamentario y coordinador territorial de NC, quien la consideró un un “incumplimiento” del acuerdo suscrito entre NC y AMF para concurrir a las últimas elecciones a la Cámara por la isla majorera bajo las siglas de los nacionalistas progresistas.
En declaraciones en un receso del pleno, Acosta ha explicado que durante las últimas semanas ha intentado establecer conversaciones con CC, PP y Sandra Domínguez para conformar una mayoría de gobierno, pero sin éxito. Por ello, abandona la presidencia, aunque no su condición de consejero, “para no ser un obstáculo”, ha alegado.
Senado
Acosta ha presionado a la dirección general del PSOE para que su partido lo nombre para la plaza vacante en el Senado que ha dejado vacante el dimisionario Pedro Ramos, retirado por motivos de salud. Ello a pesar de estar encausado en estos momentos en dos procedimientos por varios delitos relacionados con la corrupción, en los que la Fiscalía pide para él penas que suman siete años prisión, en ambos casos relativos a su pasado como concejal del Ayuntamiento de Pájara.
De lograr el puesto de senador, Blas Acosta pasaría a estar aforado ante el Tribunal Supremo, por lo que las causas judiciales que pesan contra él en los juzgados de instrucción de Fuerteventura pasarían a ser responsabilidad del alto tribunal.