Las autoridades nepalíes comienzan a evacuar a los turistas atrapados por la huelga general

KATMANDÚ, 4 (Reuters/EP)

Nepal comenzó este martes a evacuar a decenas de turistas atrapados por la huelga general convocada hace tres días por los maoístas en su lucha política con el Gobierno nepalí, que podría poner en peligro el acuerdo de paz.

Miles de seguidores de los maoístas se sumaron el pasado fin de semana a esta huelga indefinida que se sigue en todo el país, y en la que piden al Gobierno que haga lo posible por crear una coalición de unidad nacional dirigida por los maoístas.

Así, muchos nepalíes se han visto obligados a caminar porque no tienen suficientes autobuses para transportarlos, aunque el único aeropuerto internacional del país sigue abierto. Los maoístas no han amenazado a los turistas, pero sus seguidores han bloqueado carreteras y han detenido todos los vehículos, por lo que muchos visitantes han permanecido atrapados en la ciudad de Pojara.

Un responsable del gobierno local, Shankar Koirala, detalló que al menos 218 turistas, la mayor parte indios, tuvieron que ser trasladados en diez autobuses que fueron escoltados por la Policía armada. Las autoridades también están tomando medidas para comenzar a desalojar a algunos turistas atrapados en Birethanti, la puerta de entrada al Annapurna, una vía frecuentada por miles de excursionistas occidentales cada año.

El turismo supone el cuatro por ciento del PIB de este país, que alberga ocho de las 14 montañas más altas del mundo, incluido el monte Everest. El distrito turístico de Thamel, en Katmandú, también estaba desierto hoy, el tercer día de huelga. “He tenido que permanecer dos días más en mi hotel porque no tenía forma de salir”, aseguró una turista australiana, Jenny McGrath.

Los maoístas dirigieron un Gobierno de coalición en 2008 después de conseguir una victoria electoral que sorprendió a gran parte, pero se retiró de la misma después de que el presidente del país rechazara la suspensión que hizo el primer ministro maoísta del jefe del Ejército. Desde entonces, los maoístas han solicitado que se les permita formar un nuevo Gobierno, sumiendo al país en una serie de disturbios que ponen en peligro el acuerdo de paz que puso fin a la guerra civil.