El Colectivo de Defensores de Derechos Humanos Saharauis (CODESA) ha denunciado que 19 presos saharauis pendientes de juicio militar en la prisión marroquí de Salé (cerca de Rabat) por su participación en el campamento de Gdeim Izik han sido sometidos a torturas y violaciones de Derechos Humanos propias de “un campo de concentración nazi”.
En un comunicado, CODESA aseguró que los abogados de los presos saharauis han denunciado “descargas eléctricas, violaciones con palos, simulaciones de ahogamientos, palizas, insultos y falta de atención médica”, un “rosario de barbaridades propio de un campo de concentración nazi”.
Los 19 presos saharauis están pendientes de juicio militar por su presunta relación con el campamento de protesta saharaui de Gdeim Izik, próximo a El Aaiún y desmantelado por las fuerzas de seguridad marroquíes el pasado 8 de noviembre. Todos ellos permanecen encarcelados a la espera de que se anuncie una fecha para la vista, una vez culmine la fase de instrucción, ante el magistrado del Tribunal Militar de Rabat, según los abogados.
Las torturas y los abusos, aseguró CODESA, fueron cometidos por la Policía marroquí “tanto durante su detención como durante su reclusión, bajo responsabilidad ya de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias”.
Asimismo, CODESA dijo que la mayoría de los prisioneros habían sido detenidos por “paramilitares armados y enmascarados” y posteriormente obligados “a firmar o poner su huella en los informes de la Policía Judicial con los ojos vendados sin poder leer, ver o escuchar lo que decían”.
Después de comparecer “descalzos y gravemente heridos ante la Fiscalía General del Tribunal de Apelación de El Aaiún o ante el juez del Tribunal Militar de Rabat, fueron trasladados a la cárcel, prosiguió. En el penal de Salé, aseguraron sus abogados, se les privó tanto de la atención médica como de ”los derechos de los presos sobre la pertenencia de efectos personales, los registros, el aislamiento o las visitas“.