Dos hombres, de 23 y 30 años respectivamente, fueron arrestados poco antes de las 13:00 GMT en el aeropuerto de Manchester, en el norte de Inglaterra, cuando esperaban tomar un vuelo a Pakistán. Un tercer sospechoso, de 26 años, fue detenido en una vivienda en la ciudad norteña de Leeds poco después de las 16:00 GMT, informó la Policía.
Éstas son las primeras detenciones efectuadas con relación a los atentados terroristas del 7-J, ocurridos de forma sincronizada en tres estaciones de metro y un autobús de Londres.
Registros en cinco viviendas
Los tres hombres fueron detenidos por la brigada antiterrorista de la Policía Metropolitana de Londres (MET, también conocida como Scotland Yard) bajo sospecha de comisión, preparación o instigación de actos terroristas al amparo de la ley contra el terrorismo del 2000. Los tres fueron trasladados a una comisaría del centro de Londres para ser interrogados.
Paralelamente, los agentes realizan registros en cinco domicilios en Leeds, de donde supuestamente procedían varios de los suicidas, así como en un piso y un local comercial en el este de Londres, indicaron las autoridades. Desde los atentados, los más sangrientos de la historia de este país, la Policía ha estado investigando las posibles redes de apoyo y financiación de los terroristas.
Scotland Yard dijo que la operación de este jueves, en la que no participaron agentes armados, respondió a ciertas pistas obtenidas y había sido planeada con la colaboración de la unidad antiterrorista de la Policía de West Yorkshire. Desde los atentados, “los detectives han seguido varias líneas de investigación tanto en el Reino Unido como en el extranjero”, dijo una portavoz policial.
“Esto continúa siendo una meticulosa pesquisa con una cantidad de información sustancial que hay que analizar e investigar”, prosiguió. La Policía necesita saber “quién más, además de los terroristas, conocía los planes”, así como si alguien les animó o les apoyó con dinero o alojamiento, indicó la fuente.
El 7 de julio del 2005, como cada día, millones de londinenses empezaron lo que esperaban sería una jornada normal de trabajo, pero poco antes de las 08.00 GMT, tres bombas hicieron explosión en tres convoyes del Metro de Londres y, una hora después, otra estallaba en un autobús cerca del Museo Británico. Un total de 56 personas perdieron la vida, cuatro de ellas los terroristas suicidas, quienes hicieron coincidir los ataques con la cumbre del G-8 (los siete países más ricos del mundo más Rusia) que se celebraba en Gleneagles (Escocia).
La organización secreta Al Qaeda en Europa reivindicó posteriormente los ataques en Internet.