WASHINGTON, 15 (Reuters/EP)
El objetivo estadounidense de resolver todos los problemas graves del conflicto entre palestinos e israelíes para agosto de 2011 podría ser demasiado optimista, ha manifestado el Departamento de Estado.
El portavoz de la diplomacia norteamericana, P.J. Crowley, reconoce ahora que el punto muerto en las negociaciones por culpa de la construcción en los asentamientos judíos podría retrasar cualquier resolución. “Cuando comenzó el proceso dijimos que podría completarse en 12 meses. Es difícil decir en este momento, como saben dado al retraso por el asunto de los asentamientos, dónde estamos en ese reloj”, ilustró.
Crowley mostró la disposición de Washington a utilizar más tiempo si finalmente en agosto de 2011 no se han cumplido los objetivos. “Tenemos que devolver a las partes a las negociaciones. Entonces podremos ver de nuevo (...) si hay movimiento hacia delante”, ha añadido.
Estados Unidos presiona a Israel para que recupere la moratoria a la construcción en Jerusalén Este y en los asentamientos judíos de Cisjordania, una condición impuesta por los palestinos para continuar en la mesa de diálogo.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, presentó el domingo a su gabinete un plan elaborado por Estados Unidos para extender la congelación por 90 días, a cambio de incentivos diplomáticos y en materia de seguridad. En la política israelí se espera que el jefe del Gobierno saque adelante la propuesta con un estrecho margen.
La secretaria de Estado, Hillary Clinton, fijó en agosto los asuntos clave que podrían resolverse en el plazo de un año: las fronteras, los asentamientos, el estatus de Jerusalén y el futuro de los refugiados palestinos. Las negociaciones directas comenzaron el 2 de septiembre.