Domingo de Guzmán, el médico que lleva a cabo el seguimiento de la evolución de la salud de Aminetou Haidar, revela en un informe hecho público esta tarde por el colectivo de apoyo a la 'gandhi saharaui' que su evolución no es buena y que existe “la certeza de un riesgo de deterioro irreversible de su salud, que se aproxima y que es incompatible con la vida”.
El doctor explica en este informe que Haidar, de 42 años y que afronta su tercera semana en ayuno voluntario, presenta entre otras patologías dolores de cabeza,desvanecimientos frecuentes, dolor ocular, fotofobia ?es decir, sensibilidad extrema a la luz- perdida ponderal, dolor muscular, articular y óseo en diferentes localizaciones, cólicos intestinales o dificultad para mantener el equilibrio y la postura“, entre otras cuestiones, ”con la consiguiente imposibilidad de realizar una marcha normal“.
Por este motivo la activista se desplaza desde hace varios días en silla de ruedas. Aminetu Haidar se encuentra en huelga de hambre desde el día 15 de diciembre de 2010 y desde ese día sólo ingiere agua azucarada, por lo que ha recibido visita médica y de enfermería a diario.
Según explica el informe, la defensora de los derechos del pueblo saharaui había sufrido anteriormente “una hemorragia digestiva como complicación de una úlcera péptica, y anemia crónica”, además de presentar asimismo “múltiples molestias articulares, musculares y óseas como secuelas de las pésimas condiciones de sus años de encarcelamiento”.
Además, según explica el facultativo en su informe, desde hace varios días ha dejado voluntariamente de tomar la medicación para la úlcera péptica que padece y sus condiciones de vida en el Aeropuerto “son poco confortables”, por lo que, concluye, “todas estas secuelas producen un gran sufrimiento físico en la Sra. Haidar”.
Sin embargo, de Guzmán resalta que desde el punto de vista psíquico, “presenta una gran fortaleza moral y fuertes convicciones que le motivan una gran determinación en los propósitos asumidos voluntariamente por ella” a pesar de la fuerte presión psicológica y el desgaste físico que supuso su retorno frustrado a El Aaiún en el día de ayer.
Para terminar, el equipo sanitario que la atiende y que realiza una labor de seguimiento, soporte, atención, alivio de síntomas y de su sufrimiento recuerda que esta situación “sólo se puede revertir con la reintroducción hídrica y nutricional adecuada” por lo que llevan a cabo un ruego con el objeto de que “las partes que tienen en su mano una solución, aceleren la misma y la lleven a cabo cuanto antes”.