MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
El periodista disidente Guillermo Fariñas “permanece consciente” y “mantiene la huelga de hambre y sed” que inició hace nueve días para reclamar al régimen de los Castro que libere a los 26 presos de conciencia cuyo estado de salud es muy delicado.
Según confirmó su portavoz, Licet Zamora, a Europa Press, el periodista disidente fue devuelto de su casa “consciente” del segundo hospital en el que fue ingresado ayer por la tarde, tras perder la conciencia durante una hora aproximadamente.
“Se encuentra durmiendo. Llegó consciente a casa. El mantiene la huelga de hambre y sed”, confirmó la portavoz a primera hora de la mañana.
La portavoz explicó que el periodista, de 48 años y que arrastra importantes secuelas de huelgas de hambre anteriores --esta es la huelga número 23 que realiza--, “pidió que le retirarán el catéter” que le implantaron en la vena central del cuello después de que el personal sanitario decidiera que finalmente no le someterían a una “terapia intensiva” tras aplicarle cuatro bolsas de sueros para hidratarlo.
“Guillermo Fariñas pidió que le retiraran el catéter si no le ingresaban en terapia intensiva”, explicó la portavoz que aseguró que tanto la madre del periodista, Alicia Hernández, como el médico que le viene supervisando desde que inició la huelga de hambre “han denunciado que Fariñas fue objeto de mala atención” médica por negarle la terapia intensiva.
Tras caer en estado de “shock”, Fariñas fue llevado a una unidad de guardia del hospital Celestino Hernández, en Santa Clara, en la provincia de Villa Clara, donde este miércoles se le hidrató y se le aplicó una solución hipertónica, explicó el médico que ha venido tratando al periodista disidente, Ismel Iglesias.
Después, se decidió trasladarle al hospital Arnaldo Milian, también en Santa Clara, para ingresarle en cuidados intensivos, pero el centro rechazó su ingreso alegando que “ahí no se obliga a nadie a comer y a beber agua”. Fariñas llegó allí aún inconsciente pero “un poco más hidratado, con pulso, con la tensión arterial recuperada, no tan deteriorado”, precisó Iglesias.
Iglesias vaticinó que si Fariñas continúa su huelga de hambre, como es su voluntad, “dentro de cuatro o cinco días podría producirse el mismo cuadro”.
Por su parte, Licet Zamora reconoció que “en algún momento sus órganos colapsarán” y admitió que, aunque “siempre” apostarán por acudir a un hospital en caso de que vuelva a desmayarse, reconoció que si ésta vez fue ingresado en estado de “shock hipobulímico, la próxima vez puede ser un paro cardíaco”.