Un estudiante de 22 años asesinó este martes a tiros a diez compañeros y luego se suicidó en un centro de formación profesional de la pequeña localidad de Kauhajoki, al oeste de Finlandia, en la segunda masacre escolar que se produce en este país nórdico en menos de un año.
Según la policía finlandesa, el asesino, Matti Juhani Saari, acudió al centro, donde estudiaba segundo curso, armado con una pistola automática Walther P22 y tiroteó a un grupo de estudiantes que realizaban un examen: nueve murieron casi en el acto, un décimo falleció más tarde en el hospital y otros dos resultaron heridos.
Acto seguido, Saari lanzó varios cócteles molotov en distintos puntos del edificio, con lo que provocó un incendio de grandes proporciones, y se enfrentó a tiros con los agentes de policía que acudieron al lugar de la tragedia.
También disparó desde lejos varias veces a un bedel del centro escolar, aunque éste resultó ileso y consiguió huir del edificio.
“Me escapé de las balas corriendo en zig-zag por el pasillo. Es un milagro que esté vivo”, confesó el hombre a la agencia finlandesa STT.
Más tarde, el asesino intentó suicidarse disparándose un tiro en la cabeza, aunque no lo consiguió y fue trasladado en estado crítico al Hospital Universitario de Tampere, donde falleció unas horas después.
Esta matanza guarda una siniestra similitud con la que protagonizó otro joven finlandés, Pekka-Eric Auvinen, el pasado 7 de noviembre en el instituto Jokela de Tuusula, al sur de un país que cuenta con algo más de cinco millones de habitantes.
Auvinen, de 18 años, asesinó entonces a ocho personas con una pistola antes de suicidarse de un tiro en la cabeza, causando una gran conmoción en Finlandia, el país con el sistema educativo más prestigioso del mundo.
Al igual que Auvinen, antes de cometer su crimen Matti Saari colgó varios vídeos en el portal de internet YouTube, donde aparecía haciendo prácticas de tiro con una pistola automática.
Además, difundió una serie de archivos en formato comprimido llamado Masacre en Kauhajoki Matti Saari, que contenía fotos, vídeos y mensajes violentos.
En uno de estos vídeos, grabado sólo unas horas antes de la masacre, Saari aparecía disparando su pistola en un campo de tiro antes de dirigirse a la cámara para decir “tú serás el siguiente en morir”.
En su perfil de usuario se describía a sí mismo como un joven interesado en “ordenadores, armas, sexo y cervezas”, y afirmaba que le gustaban las películas de horror y violencia explícita como Saw y The Grudge (El grito).
También recogía la letra de una canción del grupo electrónico alemán Wumpscut, del que tomaba su nombre de usuario, llamada War (Guerra).
Entre otras cosas, esta canción dice: “Toda la vida es una guerra y toda la vida es dolor / y tú lucharás solo en tu guerra personal”.
Paradójicamente, la policía finlandesa, avisada por un internauta de la existencia de los vídeos, había interrogado el día anterior al asesino, pero decidió no tomar ninguna medida contra él porque no le consideró peligroso.
Y ello pese a que comprobaron que Saari era el autor de los vídeos y que poseía una pistola automática, con su correspondiente licencia de armas, desde hacía un mes.
Este evidente fallo en el control policial ha puesto una vez más en evidencia a Finlandia, el tercer país del mundo con mayor índice de armas de fuego por habitante, con una media de 30 armas por cada cien personas.
El primer ministro, Matti Vanhanen, prometió que su Gobierno estudiará reformar la ley de armas de fuego para evitar que vuelvan a suceder tragedias similares.
“Ocurren demasiados sucesos como éste, tanto en Finlandia como en el resto del mundo. Lo más importante es saber qué pasó exactamente en Kauhajoki”, declaró Vanhanen a la prensa.
La presidenta de la República, Tarja Halonen, dio el pésame a las víctimas y a sus familias y expresó la consternación que ha causado esta masacre a todos los finlandeses.
“No conocemos todos los motivos que provocaron este suceso, pero estoy segura de que todos estamos preocupados por esta dinámica que nos ha hecho sufrir un trágico tiroteo por segunda vez en un año”, afirmó.