Miles de iraquíes salen a las calles en las principales ciudades del país

BASORA (IRAK), 4 (Reuters/EP)

Las fuerzas de seguridad iraquíes han empleado cañones de agua y porras para dispersar este viernes a los manifestantes en la ciudad de Basora, en el sur, mientras miles de iraquíes se han echado a las calles en las principales ciudades del país para reclamar mejoras en los servicios básicos y condenar la corrupción.

Las protestas contra la falta de empleo, electricidad, agua corriente y otros servicios básicos han ido en aumento entre los iraquíes, inspirados en las protestas que se vienen sucediendo en el norte de Africa y Oriente Próximo.

En el centro de Basora, segunda ciudad del país, unos 700 manifestantes se congregaron cerca de la sede del consejo provincial pero fueron evacuados a la fuerza por soldados iraquíes y policías, tras negarse a deponer su protesta. Un reportero de Reuters ha indicado que algunos periodistas también fueron golpeados por las fuerzas de seguridad.

Según la agencia iraquí Aswat al Iraq, un manifestante ha resultado herido y varios periodistas han sido detenidos. “Las fuerzas de seguridad usaron la fuerza para dispersar a los manifestantes, hiriendo a uno de ellos, y detuvieron a varios periodistas, principales de televisiones y agencias”, ha indicado un testigo a la agencia.

“He estado buscando trabajo desde hace seis años y no he conseguido nada hasta ahora. Las autoridades piden sobornos para dar empleo a la gente”, denuncia Noor Mohamed, de 30 años y licenciado en ingeniería por la Universidad de Basora, en declaraciones a Reuters.

“Lamento haber elegido a estas personas porque su democracia es que la gente sonría a (el primer ministro Nuri) Al Maliki y no le diga nada”, lamenta el joven. Algunos manifestantes portaban un trozo de madera con la forma de Irak a la que habían unido una vía, para simbolizar que Irak es un cuerpo enfermo.

Miles de iraquíes se habían manifestado el viernes pasado contra la corrupción y la falta de servicios. Al menos diez personas murieron y decenas más resultaron heridas en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

Unas 3.000 personas se han congregado este viernes en la plaza de la Celebración, en Mosul (norte) para protestar contra la corrupción, algunas de ellas con fotos de familiares que murieron en las protestas de la semana pasada.

Cientos de personas se han manifestado en las localidades sureñas de Nassiriya, Garma y Faw. Las autoridades habían impuesto la prohibición de circular en coche en Bagdad, Mosul, Suleimaniya y la provincia de Salahuddin.

En Bagdad, unas 2.000 personas se concentraron en la céntrica plaza Tahrir por segundo viernes consecutivo. Algunos portaban pancartas en las que se podía leer “¿dónde están los petrodólares que van a Al Maliki?” y “el pueblo quiere reformas”, mientras que otros pedían mejor educación y sanidad.

Los políticos han tratado de calmar los ánimos reduciendo sus propios salarios, ofreciendo electricidad gratis, incluyendo azúcar en las raciones alimentarias y desviando fondos destinados a la compra de aviones de combate a alimentos. Al Maliki advirtió a sus ministros el domingo pasado de que tienen cien días para acelerar las reformas o de lo contrario serán destituidos.