LONDRES, 23 (Reuters/EP)
El primer ministro de Reino Unido, David Cameron, y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, mantuvieron este martes una conversación telefónica en la que se comprometieron a trabajar por la consolidación fiscal durante la cumbre del G-20 que se celebra el próximo fin de semana en Toronto, ciudad canadiense en la que mantendrán su primera reunión bilateral este sábado.
Ambos dirigentes coincidieron en la necesidad de que el G-20 alcance un consenso que permita la implementación de una política fiscal con la que apuntalar el crecimiento económico, informó un portavoz del 'premier' británico.
La Casa Blanca señaló en un comunicado que, coincidiendo con la cumbre de las 20 principales economías del mundo, ambos dirigentes mantendrán su primera reunión desde que Cameron asumiera el cargo. El encuentro también será el primero desde la crisis medioambiental causada por la petrolera británica BP en el golfo de México, un incidente que ha provocado tensiones entre Washington y Londres.
En su conversación telefónica, Obama y Cameron “coincidieron en que la cumbre del G-20 será una oportunidad vital para poner los cimientos de la recuperación global a través de la consolidación de una política fiscal equilibrada y de nuevas estrategias de crecimiento”, señaló el portavoz de Cameron.
A pesar de que Obama ha alertado del peligro de retirar el estímulo económico demasiado pronto, el Gobierno de Reino Unido reveló este martes un ambicioso plan que establece el aumento de impuestos y diversos recortes en el gasto público para reducir el histórico déficit presupuestario actual británico a tan solo el 1% del PIB en cinco años.
El ministro de Hacienda británico, George Osborne, ha indicado que Reino Unido prevé establecer un impuesto a los bancos para cubrir los gastos generados por la crisis financiera. Los ministros de Finanzas del G-20 ya han descartado adoptar un impuesto similar a nivel global por las reticencias de Canadá y Japón.
El comunicado emitido por la Casa Blanda ha indicado que Cameron informó a Obama en conversación telefónica de las medidas adoptadas en su plan presupuestario. Además, ambos dirigentes dialogaron sobre otros asuntos como Afganistán y Pakistán, así como de la importancia de actuar sobre las redes que financian el terrorismo global.