Las inundaciones provocadas por las lluvias monzónicas han causado cerca de 450 muertos y afectan a 30 millones de personas en Nepal, India y Bangladesh, donde numerosas aldeas permanecen anegadas y miles de desplazados sufren de escasez de comida y agua potable. La ONU ha alertado de la grave “crisis sanitaria” en la que se pueden ver sumidas estas comunidades si no hay ayuda inmediata.
“En muchas de las zonas afectadas viven comunidades pobres con malas condiciones sanitarias e higiénicas”, explicó el responsable de salud de Unicef en la India, Marzio Babille, quien alertó de que “pueblos enteros sufrirán las consecuencias de una crisis sanitaria si la población no es atendida en los próximos días”.
Si bien los monzones son un fenómeno meteorológico que afecta cada año a esta vasta región del planeta, en esta ocasión han desencadenado las peores inundaciones que se recuerden desde hace décadas. Numerosas aldeas permanecen anegadas y miles de desplazados sufren escasez de comida y agua potable. Además, infraestructuras básicas como escuelas y hospitales han resultado dañadas o destruidas.
127 toneladas de galletas energéticas
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) distribuirán esta semana 127 toneladas de galletas energéticas entre 212.000 personas afectadas por las inundaciones en Bangladesh.
“Esas galletas aportarán la nutrición esencial a miles de personas afectadas por las inundaciones”, indicó el representante del PMA en Dhaka, Douglas Broderick, en un comunicado de prensa.
Las galletas altamente energéticas (HEB, por sus siglas en inglés) no sólo son una fuente calórica y energética, sino que además aportan al menos el 50 por ciento de las cantidades de vitaminas y minerales esenciales recomendadas para los adultos, explicaron ambas organizaciones, que destinarán 120.000 dólares al proyecto.
Además de las HEB, que se distribuirán entre las personas de más de seis años, Unicef y el PMA repartirán otras galletas llamadas BP5 a los menores de esa edad, así como a las mujeres embarazadas y a las que estén en periodo de lactancia.
Por su parte, Unicef también suministrará mantas, ropa, tabletas para purificar el agua, suero fisiológico y otros medicamentos, al tiempo que ayudará al Gobierno bengalí a instalar letrinas y facilitar el acceso al agua.