KABUL, 1 (Reuters/EP)
Naciones Unidas ha solicitado a todas las partes implicadas en los combates en Afganistán que intenten evitar causar bajas civiles. La petición ha llegado un día después de que los talibán declararan que darían comienzo a la ofensiva de primavera y amenazan con atacar a fuerzas de seguridad afganas, extranjeras y a miembros del Gobierno en una oleada de ataques por todo el país.
En un comunicado, los islamistas aconsejaron a la población civil que se aleje de los centros de reunión públicos, las bases militares y los convoyes, así como de los centros gubernamentales, pues estos serán los objetivos de la operación llamada 'Badar'.
“Todas las partes del conflicto deben evitar atacar, apuntar o matar de manera deliberada a civiles, o dañarlos de manera indiscriminada”, ha señalado en un comunicado el representante de Naciones Unidas en Afganistán, Staffan de Mistura.
“Llamamos a todas las partes a que tomen todas las medidas posibles para proteger a los civiles, especialmente en los próximos meses, en los que esperamos, desafortunadamente, que se intensifique el conflicto”, ha agregado.
“Los civiles afganos han pagado de sobra el precio de la guerra. Es más urgente que nunca que todas las partes les prevengan de más sufrimiento y que en esta primavera veamos una oleada de protección a los civiles”, ha apostillado De Mistura.
Como viene siendo habitual, durante el invierno las operaciones se han reducido notablemente, si bien este año las condiciones meteorológicas no han sido especialmente duras. Precisamente el viernes, altos mandos militares afganos y diplomáticos occidentales advirtieron de que esperaban un aumento de la actividad miliciana en todo el país para la próxima semana.
Los comandantes se hacen eco de informaciones de inteligencia. Según estas, los ataques incluirían atentados suicidas, y para ello los talibán contarían con la colaboración de Hakani, vinculada a su vez a Al Qaeda. “El enemigo puede generar una violencia indiscriminada pero no puede tener éxito”, señala uno de los militares consultados.
La seguridad se ha reforzado en las bases militares y en las oficinas de Gobierno, mientras que en Kabul se ha redoblado el número de efectivos de las fuerzas de seguridad en el llamado 'círculo de acero' alrededor de la ciudad para interceptar vehículos e individuos sospechosos.
VIOLENCIA CONTINUADA
Pese a que Washington y las Fuerzas de Asistencia para la Seguridad en Afganistán (ISAF) consideraron que el incremento de tropas estadounidenses en 2010 --se enviaron un total de 30.000 efectivos-- ayudaría a combatir la insurgencia y reducir la violencia, no se han producido descensos signficativos.
Los ataques en el país asiático alcanzaron niveles récord en 2010, año en que se registraron más muertes de civiles y militares que en cualquier otro desde el comienzo de la ofensiva estadounidense contra los talibán en 2001.
Naciones Unidas ha informado de que ha recolocado parte de su personal ante las amenazas de ataques en varios puntos del país. La ONU ha sido objetivo de múltiples ataques insurgentes en los últimos dos años, y varios trabajadores de la organización fallecieron el mes pasado en un ataque contra un complejo de la ONU en la ciudad de Mazar i Sharif (norte).