Más de 40 personas mueren en Irak mientras se polemiza sobre un muro

Cuatro atentados ejecutados de diferentes formas por suicidas sacudieron Bagdad, la cercana ciudad de Baquba y también Mosul, en el norte del país, en un intervalo de apenas dos horas. Los ataques se produjeron pese a los esfuerzos de las tropas estadounidenses de frenar la violencia con la construcción de un muro que se levanta en torno al barrio suní de Azamiya desde el pasado 10 de abril.

En el primero de los ataques de este lunes, seis personas murieron y otras 14 resultaron heridas después de que un suicida hiciese detonar el cinturón de explosivos que llevaba en un céntrico restaurante de Bagdad, informaron fuentes policiales. El suicida se inmoló en el local Yasmine del barrio de Kerradit Mariam, una céntrica zona de la capital, de población mixta (suníes, chiíes y cristianos) y cercana a la fuertemente custodiada “zona verde”.

También cerca de la “zona verde” bagdadí, un coche bomba explotó junto a la Embajada iraní en el barrio de Salihiya y causó la muerte de una persona y heridas a otras cuatro.

Ataques en el norte

Mientras, en el norte, un suicida empotró el coche bomba que conducía contra la sede del Partido Democrático del Kurdistán (PDK) en el pueblo de Tel Ascof, 30 kilómetros al norte de Mosul, según informó a Efe el brigadier de la policía local Said Jaburi.

En el atentado murieron diez personas y más de veinte resultaron heridas, y también se produjo una importante devastación material en el edificio afectado y sus colindantes. El PDK es el partido del presidente de la región autónoma del Kurdistán iraquí, Masud Barzani.

En un cuarto ataque, diez personas murieron y veinte resultaron heridas, entre ellas muchos policías, después de que otro coche bomba dirigido por un suicida explotase frente a una comisaría de policía en Baquba, a 65 kilómetros al noreste de Bagdad.

Posteriormente, al menos quince personas murieron y cinco resultaron heridas en la explosión de dos coches bomba en las cercanías de un restaurante cerca de la ciudad de Ramadi, capital de la conflictiva provincia de Al Anbar y foco constante de los ataques de la insurgencia suní, informaron fuentes policiales. El atentado se produjo en la zona de Al Hamsa Kilo, situada en las proximidades de Ramadi, y, según las fuentes, la mayoría de las víctimas son policías.

Manifestación contra el sectarismo

Prácticamente al mismo tiempo que los atentados, cientos de habitantes del barrio de Azamiya, en el que presuntamente insurgentes suníes preparan sus atentados, familias acomodadas suníes salieron a la calle para manifestarse contra el muro.

“Se celebró una marcha pacífica desde la mezquita de Al Imamam Al Aazam hasta la plaza de Antar para condenar la construcción del muro, considerado por los suníes como una cerca sectaria de cemento”, dijo un participante que pidió no ser identificado. Explicó además que las tropas estadounidenses protegieron a los manifestantes e impidieron el paso de vehículos para evitar posibles coches bomba.

Mientras esto sucedía, el embajador de EEUU en Bagdad, Ryan Crocker, no despejó las incógnitas sobre la construcción del muro de Azamiya, en una rueda de prensa en la “zona verde”. El diplomático aseguró que su país “respetará” los deseos expresados por el primer ministro Nuri al Maliki, que pidió ayer el fin del muro, si bien no concretó si eso quiere decir que se interrumpirán las labores de construcción.

“He ordenado parar la construcción del muro. En realidad, no es un muro de segregación, sino de protección, pero me temo que esta pared constituya un preludio para nuevos muros en Bagdad”, aseguró Maliki en una rueda de prensa en la Liga Árabe en El Cairo. La cerca, que algunos en la capital ya denominan el “Muro del Sectarismo”, tendrá cinco kilómetros de longitud y 3,6 metros de altura y es el primero de esas características que se levanta desde que las tropas estadounidenses invadieron Irak, en marzo de 2003.