Rasmussen defiende la presencia de la OTAN en Afganistán para evitar otra guerra civil

BRUSELAS, 15 (EUROPA PRESS)

El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha defendido la presencia de las tropas internacionales en el sur de Afganistán, la zona de mayor presencia talibán, para evitar que la insurgencia se haga con el control de todo el país y se desencadene una nueva guerra civil.

En rueda de prensa, el secretario general del Alianza Atlántica ha salido así al paso del creciente escepticismo sobre las posibilidades de éxito de la misión afgana y ha refutado las tesis de quienes piensan que nunca se vencerá a los talibán en el sur, que habría que abandonar la idea, trasladarse al norte y combatir a Al Qaeda sólo si la organización terrorista vuelve a instalarse en Afganistán.

“Quienes apoyan estas ideas no entienden lo que estamos haciendo en Afganistán”, ha dicho Rasmussen. El secretario general ha admitido que será “imposible” derrotar hasta el último rebelde, pero ha dejado claro que “esa no es la idea” y que se les puede mantener “bajo presión” evitando que logren sus objetivos políticos y entrenando a las fuerzas de seguridad afganas para hacer lo mismo. “Y eso es exactamente lo que estamos haciendo”, enfatizó.

En segundo lugar, advirtió de que los talibán no se contentarán con el sur del país porque han dejado claro hace tiempo que poseen “ambiciones nacionales” y el resto de las comunidades afganas son conscientes de ello. “Por lo tanto, si quieres de nuevo una guerra civil en Afganistán, ésta será una buena manera de tenerla”, ha dicho.

Y en respuesta a quienes sostienen que Al Qaeda se ha ido para no volver, replicó que ésto es “sólo es una esperanza”. “Al Qaeda apenas tiene presencia en Afganistán porque se lo hemos impedido. Está justo pasando la frontera. Los talibán nunca ha renunciado a sus lazos con Al Qaeda y si rebajamos la presión, volverá. Cualquier otra sugerencia es sólo una ilusión”, alertó Rasmussen.

Como en otras ocasiones, el máximo responsable de la Alianza recordó que para garantizar la seguridad de Occidente Afganistán tiene que ser capaz de asumir su propia seguridad y hacer frente al terrorismo, primero con el apoyo internacional y luego sola, momento en el que las tropas internacionales podrán retirarse. “La insurgencia en Afganistán podrá poner bombas, aterrorizar y matar, pero no se hará con el poder. No ganará”, auguró.