MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
El presidente de Yemen, Alí Abdulá Salé, se ha negado a entregar el poder a los manifestantes al considerar que están tratando de llevar a cabo un golpe de Estado. Así lo ha manifestado en una entrevista concedida a la cadena británica BBC.
“Desde Estados Unidos y Europa me instan a ceder el poder. ¿A quién debería dejárselo?, ¿A aquellos que están tratando de dar un golpe de Estado? No (...) Cualquier golpe será rechazado porque estamos comprometidos con la legitimidad constitucional y no aceptamos el caos”, ha dicho Salé.
En este sentido, el mandatario ha advertido de que la transferencia del poder se realizará por los cauces establecidos en la Constitución. “Nosotros lo haremos a través de las urnas y de los referéndum”, ha aclarado, al tiempo que ha abierto la puerta a que observadores internacionales controlen el proceso.
En cuanto al origen de las revueltas, el presidente ha advertido de la presencia de grupos terroristas en el país árabe. “Al Qaeda se está moviendo dentro de los campamentos y esto es muy peligroso. ¿Por qué Occidente no está vigilando este trabajo destructivo y sus peligrosas implicaciones para el futuro?”, ha señalado.
Estas declaraciones se producen un día después de que el partido de Salé, el Congreso General del Pueblo (CGP), y la oposición aceptaran la propuesta del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) para poner fin a la crisis política en Yemen.
Esta iniciativa contempla la dimisión de Salé en un plazo de 30 días, tras la cual un gobierno de unidad nacional asumirá las riendas del país con el compromiso de convocar elecciones en dos meses. A cambio, tanto el presidente como los miembros de su gabinete obtendrán inmunidad legal.
No obstante, para que este acuerdo sea efectivo deberá ser firmado por Salé, algo que la oposición cree poco probable, por lo que los legisladores opositores han anunciado que no apoyarán esta iniciativa hasta que se produzca la renuncia. “Aumentaremos nuestras protestas hasta que consigamos expulsar al presidente”, ha indicado Abdulhafez Muajeb, el líder de las manifestaciones en Hudaida.
Mientras, otras parte de la oposición ha rechazado este pacto por las garantías legales que ofrece al presidente y a su gabinete, pese a que la represión gubernamental de estos dos meses de revueltas ha provocado la muerte de al menos 130 personas.
“La iniciativa del CCG aborda el problema como si fuera una crisis entre dos partidos, pero nosotros hemos tomado las calles en una revolución que exige cambios globales”, ha apuntado el activista Abdulmalik al Yusufi.