SANÁ, 27 (Reuters/EP)
El presidente de Yemen, Alí Abdulá Salé, se reunirá este domingo con su partido, el Congreso General del Pueblo (CGP), para abordar la crisis política que atraviesa el país. Salé dijo este sábado por la noche que está dispuesto a entregar el poder, pero solo si lo hace “con dignidad”.
Salé, presionado por las decenas de miles de personas que han salido a las calles para exigir su dimisión después de 32 años en el poder, informará a varios altos cargos del partido sobre sus conversaciones con la oposición.
Un día antes, había afirmado que estaba dispuesto a dimitir en cuestión de horas, pero la oposición ha endurecido sus demandas y parece que no habrá un acuerdo de forma inminente.
“Podría dejar el poder (...), incluso dentro de unas horas, con la condición de mantener mi respeto y mi prestigio”, anunció en un discurso televisado. “Tengo que llevar el país a costas seguras (...). Sigo en el poder para poder entregarlo pacíficamente”, declaró en una entrevista.
MÁS DE 80 MUERTOS EN LAS PROTESTAS
Más de 80 personas han muerto en incidentes violentos durante las protestas antigubernamentales que comenzaron el pasado enero, inspiradas en las revueltas populares de Túnez y Egipto.
Salé ha hecho varias concesiones, como la de prometer que dejará su cargo en 2013, cuando finaliza su mandato, o la propuesta de ceder el poder una vez se haya redactado una nueva Constitución y se hayan celebrado elecciones presidenciales y legislativas a finales de este año.
Pero la muerte de 52 manifestantes a manos de francotiradores de paisano leales al presidente el pasado 17 de marzo en Saná ha llevado a varios embajadores, diputados, gobernadores provinciales, líderes tribales y comandantes del Ejército, entre ellos el general Alí Mohsen, a retirar su apoyo a Salé.
El jefe de Estado ha restado importancia a este tema y ha dicho que los desertores son en su mayoría islamistas y que algunos han cambiado luego de opinión y le respaldan de nuevo. Sobre Mohsen, que pertenece a su misma tribu, ha dicho que actuó llevado por sus sentimientos, y ha asegurado que la matanza del 17 de marzo no la perpetraron las fuerzas de seguridad.
Una fuente cercana a Mohsen, que ha expresado su apoyo a los manifestantes antigubernamentales, ha revelado que el general y el presidente han hablado de un posible acuerdo según el cual ambos se irían de Yemen con sus hijos y otros familiares para facilitar la creación de un gobierno civil de transición.