Nelson Díaz: “La inmensa mayoría de los 130 apellidos gomeros que analizo en el trabajo se encuentran en la isla desde el siglo XVI”
Acaba de ver la luz una obra –en dos tomos— que será una referencia para el conocimiento de la genealogía gomera. “Matrimonios de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de la villa de San Sebastián de La Gomera (1599-1900)” es un magno trabajo realizado por el magistrado e investigador Nelson Díaz Frías y que ha sido publicada por la editorial Idea dentro de su colección Thesaurus.
A Nelson Díaz lo conozco desde hace tiempo y tuve la suerte de coincidir con él en unas jornadas de genealogía en Agulo y, posteriormente, escucharle como conferenciante invitado en las Jornadas Colombinas de 2013, donde desgranó de manera magistral las relaciones y vínculos entre el sur de Tenerife y La Gomera. Entonces descubrí algunos elementos característicos de los apellidos gomeros y la más que posible pervivencia de los mismos desde el siglo XVI por la endogamia producida por el aislamiento y la accidentada orografía gomera. Aprovechando el lanzamiento de esta obra, contacté con él y esto es lo que nos cuenta sobre un trabajo que marcará un antes y un después en el conocimiento de la sociedad gomera entre los siglos XVI y XIX.
¿De dónde surge la idea de hacer este libro?
La idea de escribir este libro (“Matrimonios de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de la villa de San Sebastián de La Gomera (1599-1900”, Ediciones Idea), no podría concretarla en un momento concreto. A pesar de no tener vinculaciones familiares directas con esta isla, siempre he sentido una especial fascinación por su cultura, su historia, su geografía abrupta... La Gomera es una isla que no me canso de visitar y que siempre me sorprende. Recuerdo mi primera visita a La Gomera, cuando era un niño de 16 o 17 años allá por el año 1986 y encontrarme en Taguluche con un campesino que me relató, como si él mismo los hubiese presenciado, la rebelión de los gomeros y el asesinato de Hernán Peraza... Cuando hace unos años estuve investigando en el archivo parroquial de Chipude mis únicos antepasados gomeros del siglo XVII, empezó a germinar en mí la idea de escribir un libro sobre genealogía gomera, pues era un tema ausente en la bibliografía canaria hasta ahora.
¿Por qué La Gomera?
Por qué La Gomera? Es una pregunta que quizás ya me he adelantado a contestar antes. Me encanta esta isla, lo inexplorado e inédito de los orígenes genealógicos de las familias gomeras, sin olvidar también que es un trabajo que dedico a la tía que más he querido, Ana María Díaz Massanet, y que llegó de maestra a Valle Gran Rey en los años cincuenta, en donde se casó y fundó su familia con un gomero. Alguna vez me he encontrado con gentes de Valle Gran Rey que conocieron a la maestra doña Anita, como ellos la llaman, y este libro lo he dedicado a su memoria.
¿Qué fuentes ha consultado para llevarlo a cabo?
En cuanto a las fuentes consultadas han sido básicamente escritas, y dado el título del libro, la principal ha sido el archivo parroquial de la villa gomera, que tuve oportunidad de consultar hace años cuando aún no había sido trasladado a su actual emplazamiento en el archivo diocesano de La Laguna. También he consultado el archivo parroquial de Chipude, y en menor medida otros archivos parroquiales de la isla. También ha sido una fuente importante el Registro Civil de la villa, así como he usado algunas referencias bibliográficas de las importantes obras que sobre esta isla ha escrito la historiadora Gloria Díaz Padilla o el fondo inédito del primer genealogista gomero Luis Fernández y Pérez Ayala.
Rastreando apellidos, ¿cuáles son los más antiguos en La Gomera que ha documentado?
En cuanto a los apellidos gomeros presentes en la isla hasta principios del siglo XX, y en mi libro analizo el origen de los 130 apellidos que ostentaban los gomeros en esa época, me he encontrando con la sorpresa de que la inmensa mayoría de esos 130 apellidos gomeros se encuentran en la isla desde el siglo XVI, lo cual indica la gran endogamia practicada por los gomeros y los escasos apellidos que arraigaron en la isla con posterioridad al siglo XVII y que hayan seguido usándose hasta hoy. Dado que la inmensa mayoría de los apellidos gomeros están en la isla desde al menos el siglo XVI y principios del XVII, y uno de ellos (Chinea) es el único prehispánico, me gustaría mencionar a los apellidos más “recientes”: Alfaya (llegó a la Gomera a fines del XVIII desde Galicia); Ascanio (llegado desde La Orotava a principios del XIX); Bencomo (llegado desde Güímar a mediados del XVIII); Curbelo (llegado desde el pueblo lanzaroteño de Tinajo a principios del XIX) y Rolo (llegado desde el barrio garachiquense de La Caleta de Interián a Valle Gran Rey a principios del XIX o los Ortiz, llegados desde Arucas a fines del XVIII). El resto de ciento y largo apellidos gomeros están presentes en la isla desde el siglo XVI o principios del XVII, desde los apellidos gomeros más frecuentes (como Herrera, Jerez, Darias o Mora) hasta los apellidos gomeros hoy más raros pero igualmente antiguos en la isla (Almenara, Cámara, Damas, Espinel, Jara, Medel, Meneses, Plata, Vizcaíno o Zamora).
¿Ha detectado cambios significativos en los matrimonios a través de los diferentes siglos en La Gomera?
Lo más característico de la isla es su intensa endogamia matrimonial, a la que se veían forzados los gomeros en mayor o menor medida debido a lo abrupto de la isla y a la escasa llegada de nuevos aportes poblacionales desde el exterior a partir del siglo XVII. Incluso, si se observan los matrimonios celebrados en la villa gomera durante los siglos XVIII y XIX puede verse que la mayoría de los contrayentes son vecinos de la jurisdicción de San Sebastián, con escasa presencia de otros vecinos del resto de La Gomera, lo que significa que incluso en cada valle gomero se practicaba una intensa endogamia matrimonial entre parientes que ha llegado a nuestros días. Conozco el caso de una persona originaria de Valle Gran Rey cuyos dos abuelos maternos se apellidan únicamente Chinea por cuadruplicado. Sin embargo, el carácter capitalino de la villa y principal puerto de la isla, hace que encontremos vecinos exóticos de la villa de San Sebastián en siglos pasados, como el francés Juan París que se casó en 1649 y en 1656 con dos gomeras, o el de un esclavo turco otomano casado en la villa en el siglo XVII, o el más reciente e insólito caso del gomero Rafael Méndez, natural de Vallehermoso y que se casó en Chipude en 1859, siendo hijo natural de la esclava María del Carmen, cuyo dueño era el presbítero don Ignacio Méndez. Es decir, el aislamiento de La Gomera permitía que fenómenos como la esclavitud, ya desaparecidos en otras islas como Tenerife pocas décadas antes, aún subsistía en La Gomera en el año 1859 con la referida esclava María del Carmen.
¿Qué particularidades destacaría de su trabajo?
De mi trabajo destacaría que, a pesar de su título, no sólo es de interés para aquellos gomeros o descendientes de gomeros que tengan sus raíces en el municipio de San Sebastián, sino en general para todos los gomeros de los seis municipios, pues en mi libro se contiene el extracto de los asientos matrimoniales de la parroquia matriz de la isla y ello significa que en mi obra aparecen matrimonios celebrados, hasta mediados del siglo XVII, en Valle Gran Rey, Vallehermoso, Agulo, Chipude, Hermigua o Alajeró, e incluso en otros lugares como Arure o Arguamul. Además, en la obra incluyo un padrón de toda la isla de La Gomera del año 1770 o un interesante apéndice genealógico acerca de los vínculos de la familia condal de La Gomera con el sur de Tenerife. Creo que, modestamente, esta obra será una referencia ineludible para conocer mejor la genealogía de esta isla así como los diferentes grupos étnicos que han formado la población gomera actual, principalmente aborígenes gomeros, españoles y portugueses.