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Apague la radio
No. No me refiero al cartel con la prohibición de usar casetes en el parque de la Torre del Conde, que –reconozcámoslo- es un poco irrisorio. Me refiero al cierre de Onda Tagoror. Una contradicción muy de república bananera. Hoy te premio por comunicador y mañana te cierro la emisora porque no pones contenidos canarios, cuando Sito Simancas es más canario que el gofio, o más gomero que la miel de palma. Son estas cosas las que a uno le ponen de mal humor. Suerte que el pueblo se rebela. Se quita la mordaza y protesta. Se recogen firmas y se le dice alto y claro al Gobierno de Canarias que no se entiende La Gomera sin la voz inconfundible de Sito Simancas. Que vengan y pregunten. Ah, no. Eso de preguntar no está en el punto del orden de ningún pleno ni de ninguna sesión parlamentaria. ¿Para qué? Mientras, dejemos escapar una emisora pionera en la Isla. Una historia viva de la radiofonía canaria. Total, ¿a quién le importa?, se preguntarán en las altas esferas. Pues a muchos. A usted y a mí. Y a miles de personas que no comprendemos que se apague la radio de Sito Simancas.
No. No me refiero al cartel con la prohibición de usar casetes en el parque de la Torre del Conde, que –reconozcámoslo- es un poco irrisorio. Me refiero al cierre de Onda Tagoror. Una contradicción muy de república bananera. Hoy te premio por comunicador y mañana te cierro la emisora porque no pones contenidos canarios, cuando Sito Simancas es más canario que el gofio, o más gomero que la miel de palma. Son estas cosas las que a uno le ponen de mal humor. Suerte que el pueblo se rebela. Se quita la mordaza y protesta. Se recogen firmas y se le dice alto y claro al Gobierno de Canarias que no se entiende La Gomera sin la voz inconfundible de Sito Simancas. Que vengan y pregunten. Ah, no. Eso de preguntar no está en el punto del orden de ningún pleno ni de ninguna sesión parlamentaria. ¿Para qué? Mientras, dejemos escapar una emisora pionera en la Isla. Una historia viva de la radiofonía canaria. Total, ¿a quién le importa?, se preguntarán en las altas esferas. Pues a muchos. A usted y a mí. Y a miles de personas que no comprendemos que se apague la radio de Sito Simancas.