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Más de lo mismo (I)

“Ninguna fuerza doma, ningún tiempo consume, ningún mérito iguala, el nombre de la libertad” (Maquiavelo)

Y es que en esta Isla a cada paso que damos y rincón, está lleno de cicatrices de difícil comprensión. Bueno, sí... la mano de “poderes” sin entrañas que han dejado esta tierra con pocas esperanzas para futuras generaciones. Y eso me escarabajea dentro, y mucho... Unamuno decía: “Si sientes que algo te escarabajea dentro, pidiéndote libertad, abre el chorro y déjalo correr tal y como brote.” Pues eso.

A petición de unos vecinos de Alojera nos acercamos hasta su playa el consejero del Cabildo Insular, Pedro Medina Calero y el que les escribe... Si algo tenía ese pueblo era la riqueza natural de su litoral, cargado de historia y belleza (las mejores puestas de sol y su arena la hacían única en la Isla.); el orgullo de sus vecinos, salida al mundo de sus cosechas de tomates de exportación... Atardeceres familiares en su arenal y pequeño embarcadero. Las tres riquezas de esta zona del oeste de La Gomera; el lomo del Carretón, riqueza de agua. Palmerales; riqueza y fuente de sustento por su miel de palma y su playa...

Hoy, gracias a la mano del Gobierno Municipal, Insular, Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural, Costas, personas sin escrúpulos y empresas de poca monta en busca del dinero fácil, como los antiguos buscadores de oro, han hecho de este paraje una autentica barbaridad. Construcciones sin criterio urbanístico, más de chabolismo que de lugar agradable. Hace más de una década en que los listos de turno decidieron en contra de la voluntad de los lugareños hacer un dique sumergido y al primer invierno regó los primas en toda la bahía... cerrando el paso natural de las corrientes; resultado, desapareció la arena dejando un reguero de callao y piedras.

Igualmente se hizo un depósito de aguas negras en la orilla de la playa que periódicamente mediante cisterna se limpiaba... ¡Mucho trabajo¡ El actual alcalde (hijo de este pueblo...) decidió hacer otro junto a este y comunicarlos; colocar un trozo de tubería y directamente al mar. Una mancha da muestras sobre el agua de la contaminación del lugar... Gracias a su “buen hacer...”, como la canción, en Alojera no hay playa, solo un arrabal con cloaca.

Me retiré de ese lugar; en otros tiempos orgullo de los vecinos y hoy expoliado, aunque todavía se exprime... ¡6 peones del plan de infraestructura del Cabildo con pala y escobas limpian el acceso así como muritos de juguetes para regocijo de visitantes. Mientras, el Gobierno municipal aprovechando subvención para reparar los “efectos del temporal pasado” supuestamente repara los daños causados al estilo “rotonda de Vallehermoso Casco”; es decir, supuestamente las obras las realiza una empresa y ejecuta otra, típico por estos lares... lo que se llama llevárselo calentito.

Terminamos en la Cumbrita a tomar respiro y café; corría una brisa que subía de Puerto de Trigo, y no llevaba ese aroma costero y bajío... Tampoco al arrope guisado de su miel. Era una autentica pestilencia de la supuesta depuradora de aguas negras del barrio y que discurre directamente al barranco. Pero de eso hablaremos en otra ocasión... Y a los vecinos y vecinas de Alojera les digo: no queda otra. Mayo llega; con sus rollos de tuberías, pinturas, cemento y la tómbola del PSOE, PP y socios buscando el voto. De momento el canto de sirena del Senador Sr. Gregorio Medina pidiendo a Madrid inversiones millonarias para la playa; “La culpa la tiene Madrid...”. Y es que a ellos, con el alcalde y su Gobierno Municipal, Alojera y Vallehermoso les importa un carajo.

“Ninguna fuerza doma, ningún tiempo consume, ningún mérito iguala, el nombre de la libertad” (Maquiavelo)

Y es que en esta Isla a cada paso que damos y rincón, está lleno de cicatrices de difícil comprensión. Bueno, sí... la mano de “poderes” sin entrañas que han dejado esta tierra con pocas esperanzas para futuras generaciones. Y eso me escarabajea dentro, y mucho... Unamuno decía: “Si sientes que algo te escarabajea dentro, pidiéndote libertad, abre el chorro y déjalo correr tal y como brote.” Pues eso.