Dice Nicolás Melini que este es quizás un buen libro para aquellos que no han leído nada suyo, es decir, para casi todo el mundo. El título es un verso de Philip Larkin, de Altas ventanas, y está cargado de ironía. En el caso de Larkin, hacia la bondad de la pureza, pues tras decir “Brindo por el hombre más puro que conozco”, concluye: “Aunque no sea el blanco mi color favorito”. En el caso de Melini, hacia la condición del hombre (del ser humano, sí, pero también del varón), en un tiempo en el que se acepta que el hombre, la masculinidad, está en crisis. El título lo decidió hace más de 15 años al comprender que escribe libros breves pero que pertenecen a una suerte de “ciclos de escritura” y que merecen ser agrupados.
Apunta el texto de la contraportada de esta edición, que “parte de sus historias transcurren en la isla de La Palma contemporánea, transfigurando las localizaciones para adaptarlas al género de cada historia. La isla entra y sale de la narrativa de Nicolás Melini en un ir y venir a Madrid o entre otros lugares, conformando una frontera tan extensa como muchas de nuestras particulares fronteras personales de hoy”.
Este volumen contiene historias que transcurren y son propias del barrio de Carabanchel, de Tacoronte u Hoya Fría en Tenerife, de Nueva York, de La Palma y de Madrid: la crisis existencial, el nihilismo, la psicopatía, la soledad de los cuidadores de familiares dependientes, la dependencia emocional, la depresión postrauma, el amor en varias de sus formas, la perversidad, el sadismo emocional, la emigración, la poesía, la fabulación, la vida propia, la agresión sexual, la vejez desasistida por los familiares, el deseo, el sexo, la violencia pura, son algunos de los temas del libro.
Concluye el texto de la contraportada: “Algunos de sus cuentos y poemas recuerdan los cuadros de Hopper: recogen un instante en la vida de los personajes”.
Nicolás Melini, escritor nacido en Canarias en 1969, ha publicado una docena de títulos, siempre libros breves, de novela, cuento y poesía.
Sobre sus libros se ha dicho: “Africanos en Madrid es algo más que una rareza literaria, pero eso no significa que no lo sea, la rareza de lo precioso”, J. A. Juristo. “La sangre, la luz, el violoncelo es para mí una novela perfectamente lograda, por la maestría con la que consigue articular fondo y estructura”, Jacques Soubeyroux. “El futbolista asesino: una novela dura, rápida e interesante”, Alexis Ravelo. “Nicolás Melini, para comprobar cómo los jóvenes son capaces de escribir una poesía transparente, en apariencia fría y absolutamente emocionante”, Antonio Gala.
Brindo por el hombre más puro que conozco: http://www.edicioneslapalma.com/fuera-de-coleccion-narrativa/240-brindo-por-el-hombre-mas-puro-que-conozco.html