Sin avisar, sabedor que su historia tenía un regalo extra de más de 10 años, se nos fue Eduardo Brito Hernández, uno de los grandes del ajedrez de La Palma.
Divulgador, monitor, jugador, entrenador, aficionado, amigo y una pieza clave en el ajedrez de Santa Cruz de La Palma, donde su genio y figura será parte de la historia de nuestro ajedrez, ya que nos ha acompañado desde siempre en todo lo que el ajedrez ha significado en nuestra ciudad.
Don Eduardo Brito Hernández será, sin lugar a dudas, una de las personas que más ha amado el ajedrez, que más lo ha querido y sobre todo ha sido una piedra angular sobre la que el ajedrez palmero, ha solidificado su trayectoria en los últimos 25 años.
Personaje clave en el Club CajaCanarias de Ajedrez, donde fue uno de sus fundadores, y donde ha vivido buena parte de su vida, disfrutando de un ocio y deporte que le apasionaba y que fue su fiel compañero hasta el final de su vida.
En los últimos años, participó también con el Club Roque Niquiomo, donde dejó también su impronta, quería sobretodo que su fuerza y sus últimas ganas dieran un empujón al club de Villa de Mazo. Lo logró y dejó buenos amigos, una cualidad que él siempre intentó fomentar.
Él se apagó, cerró un buen día la puerta del Club CajaCanarias, y se fue callado, pensando en una partida que no sabía cómo habría de acabar.
Podría decir ciento de cosas y de anécdotas que a lo largo de los años han permitido solidificar una buena amistad y sobre todo el cariño y el aprecio que siempre me dedicó, sabedor él que era un maestro y yo solo un humilde ajedrecista que de vez en cuando lograba ganarle en una de sus partidas románticas que tanto le gustaban.
Lo conocí con 16 años, en mi primer torneo de ajedrez, y luego cuando se inició la etapa del Club Ajedrez CajaCanarias, 10 años después, él estaba allí para ayudar, impulsar y divulgar lo que era su gran pasión. Más de 25 años después, él ha podido comprobar lo mucho que el ajedrez ha mejorado en nuestra isla, un orgullo que siempre llevaba y difundía.
Jugador romántico, muy táctico, siempre analizador de cada posición, fue una de las almas mater del ajedrez de Santa Cruz de La Palma.
Como ajedrecista fue de los mejores de nuestra isla, ganó decenas de torneos, y sobre todo, enseñó a disfrutar del ajedrez en todas sus facetas, no sólo jugando, sino analizando para buscar la mejor jugada.
Brito, te echaremos muchos de menos, y, sobre todo, en los cientos de ranking que jugaste cada lunes, y en las miles de partidas que jugamos contigo, por eso, desde el próximo lunes ya no jugaremos el ranking de Rápidas, se llamará el Ranking de Eduardo Brito. Te dedicaremos un día a la semana, muy poco para todo lo que tú distes por el ajedrez.
Esperamos que los que aquí sigamos, amemos y disfrutemos del ajedrez como tú nos enseñaste.
Por último, agradecer a su esposa e hijos el placer de haber sido parte de su familia y que él nos permitiera crecer en su compañía.
Gracias Maestro.
José Carlos Martín Rodríguez