El emprendedor José Almansa, que se encuentra en La Palma impartiendo el curso para empresarios Pymes y ODS: medición de huella social ha detectado, junto a los asistentes al mismo, “más de 70 necesidades no resueltas que deben ser vistas como oportunidades” en la Isla.
Almansa, autor del libro El fin de la innovación, la era del innovador“, centra su discurso en la búsqueda de nuevas soluciones ante ”necesidades no resueltas“, basándose en la colaboración entre empresas y poniendo especial atención en la capacidad de las personas para generar iniciativas novedosas para los problemas de cada sociedad.
El emprendedor diferencia entre los conceptos innovación e innovador, ya que considera que el primer término “es el resultado del proceso creativo de un innovador ante una necesidad”, una fórmula acuñada por él mismo.
“Todos hemos nacido siendo innovadores”, explica en declaraciones a EFE Almansa, “el problema es que hemos sufrido un proceso de socialización desde los cinco años, con la mejor intención, que crea un conocimiento que se convierte en obstáculo a la hora de innovar, ya que sacamos de nuestra mochila una respuesta ya existente”.
Para José Almansa, hay dos tipos de necesidades no resueltas: las reactivas, “que son las que ya están activadas, donde las respuestas ya conocidas no son válidas”, y las proactivas, “necesidades que no se han detectado y que se convierten en oportunidades, que es lo que realmente necesitamos”.
En La Palma, muchas de las necesidades no resueltas detectadas por los empresarios llevan presentes desde antes de la erupción del volcán, y pueden ser sistémicas, como la necesidad de la Isla de fijar a la población joven, o la autosuficiencia energética insular, o más triviales, como qué hacer con el aceite usado para su mejor aprovechamiento.
“Muchas de estas necesidades son directamente oportunidades, que están ahí y que se pueden aprovechar”, ha hecho hincapié Almansa.
El autor del libro ha enumerado algunas de las diferentes fortalezas que tiene la Isla, “tanto por el nivel de calidad de vida como las singularidades que ofrece una reciente erupción volcánica y una comunidad científica y astronómica muy potente”, aunque recuerda que el enfoque de la innovación debe partir de las ideas de las personas.
“El problema que hemos tenido hasta ahora es que en vez de pensar en ideas, pensamos en ideologías, y éstas te parapetan y te dejan bloqueado”, comenta Almansa, que pide que en el sector empresarial se piense en soluciones novedosas ante las necesidades para avanzar en sociedad.