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Crear contrahegemonía o conseguir votos

El 13 de mayo finaliza el plazo para presentar coaliciones para las elecciones del 26J y parece más que probable que Podemos e Izquierda Unida cierren un acuerdo electoral para concurrir juntos. En principio, parece que todo son ventajas para ambos, pero existimos militantes de Izquierda Unida (IU) que no creemos que esto sea así, y me parece pertinente explicar los argumentos en contra de este hipotético acuerdo.

Para empezar, ambas organizaciones tienen una base electoral distinta y la suma de candidaturas no tiene por qué dar resultados iguales a la suma de votos por separado. Puede haber mucha gente que se movilice ante una candidatura única, pero también hay mucha gente que votaría a un partido pero no al otro y en consecuencia no votaría la coalición de ambos.

Por otra parte, y creo que es lo más importante, rechazo la política electoralista de centrar todo el discurso en sumar votos. Una parte de la creación de contrahegemonía es politizar a la gente y crear conciencia de clase, lo que suma más hacia el objetivo político de cambiar la sociedad que conseguir votos porque tu candidato sea simpático o guapo y con ello obtener representantes institucionales.

Creo que en este campo la sociedad está involucionando y no solo la gente está más preocupada del fútbol que de la política, sino que, además, la política cada vez se está convirtiendo más en un show televisivo. Parte de la culpa la tiene el efecto Podemos, que está siendo muy perjudicial para la movilización social, puesto que mucha gente está depositando sus esperanzas en el terreno electoral sin que haya un acompañamiento de la respuesta social. Sin movilización no se puede hacer frente a las políticas regresivas para las clases populares. Hacen falta unos sindicatos y unos movimientos sociales fuertes que movilicen a la gente para defender sus derechos independientemente de quien gobierne o tenga aspiraciones a gobernar.

En el plano más estratégico, el cambio de postura de la formación de Pablo Manuel Iglesias Turrión se comprende porque ante la indefinición que han demostrado, y que les ha costado una pérdida importante de apoyos, la única manera que tienen de no visualizar que se están desinflando es coaligarse con la poca izquierda que aún no se han cargado: IU y el PACMA. El Partido Animalista ya dijo que no, pero por parte de Izquierda Unida parece hay muchas voces que piden un acuerdo sin plantear muchas condiciones. Yo soy crítico con la postura pro-pacto que está llevando la Dirección Federal de IU y que nos va a llevar a difuminar nuestro discurso dentro de la formación morada y muy probablemente a perder nuestra identidad y volvernos a quedar sin un grupo propio en el Congreso de los Diputados, lo que fue nuestro altavoz para muchas denuncias en la legislatura 2011-2015.

Creo que en este momento de la historia de retrocesos de derechos y de espectacularización de la política debemos ser firmes en nuestras propuestas y darlas a conocer. Por ejemplo ahora deberíamos hablar menos de unidad popular y centrarnos en pedir que se dé fin al despilfarro que en todos los comicios se hace con el mailing y concienciar a la gente de la necesidad de que se costee un solo envío electoral o que se coja el sobre en la cabina, lo cual es más justo para todas las formaciones que concurren y debería extenderse para todas las elecciones.

Finalmente, voy a decir que creo que el proyecto de IU es hoy vigente y necesario para conseguir un cambio político en este país, y expreso mi apoyo a la corriente de la Declaración de Zamora y a su candidata a coordinadora general Paloma López. Por consecuencia, me desvinculo del partido al que pertenezco, porque creo sin duda que el Partido Comunista (PCE) se ha convertido en un grupo de poder dentro de IU volcado con el apoyo al garzonismo y que está contrapuesto a mi línea política.

 

Jesús Besay Rodríguez es coordinador insular de Izquierda Unida Canaria (IUC) en La Palma

El 13 de mayo finaliza el plazo para presentar coaliciones para las elecciones del 26J y parece más que probable que Podemos e Izquierda Unida cierren un acuerdo electoral para concurrir juntos. En principio, parece que todo son ventajas para ambos, pero existimos militantes de Izquierda Unida (IU) que no creemos que esto sea así, y me parece pertinente explicar los argumentos en contra de este hipotético acuerdo.

Para empezar, ambas organizaciones tienen una base electoral distinta y la suma de candidaturas no tiene por qué dar resultados iguales a la suma de votos por separado. Puede haber mucha gente que se movilice ante una candidatura única, pero también hay mucha gente que votaría a un partido pero no al otro y en consecuencia no votaría la coalición de ambos.