Los escenarios de la transformación tecnológica

Que el mundo es una constante e interminable trasformación es evidente e inevitable, que los diversos e impensados escenarios tecnológicos que han de aparecerse ante los ciudadanos presenten una totalidad adecuada es lo que no queda tan claro. Como ha sucedido en cientos y cientos de ocasiones a lo largo de la historia, y sucederá en lo que queda, la sabiduría y la templanza con que abordemos los progresos tecnológicos de vanguardia mostrará la utilidad o el extremismo que nos deparará el futuro, y traerá uno u otro escenario.

La reflexión para discernir el servicio y la mansedumbre que nos reportarán dichos avances tecnológicos pondrá la pauta que nos hará sobrevivir ante escenarios apocalípticos, más lógicos de cualquier película de ciencia ficción que de una realidad que se aproxima a velocidades de vértigo, advertidas por instituciones y asociaciones, y personalidades de las ciencias, que ya en más de una ocasión han mostrado una alarmante preocupación por la ceguera con que se abordan los avances tecnológicos por parte de la humanidad, y sobre todo, por quienes tienen en su mano o a su alcance dicho poder.

Es evidente, y de sobra conocido, que en el puntual momento que cualquier avance en lo que a inteligencia artificial, bioingeniería, nanotecnología, y otros, sea posible y esté al alcance para su cimentación, y hallemos el entramado y la forja para ello, lo haremos. Nada prorrogará la misma, ni siquiera la posibilidad que ella pueda traer efectos irremediables para la especie humana.

Ejemplos como Sthephen Hawking han advertido sobre la inteligencia artificial, y de que, escenarios rocambolescos, impensados, y en algunos casos irremediables, asaltarán nuestros presentes, y que estos se hayan más cercanos de lo que en realidad imaginamos, aturdidos como nos hayamos con estos juguetes tecnológicos de vanguardia, antesala de lo siguiente, de una inteligencia artificial que será capaz de nutrirse de todos nuestros datos, albergados hoy en multitud de aparatos, y ello los hará capaces de anticiparse ante cualquiera de las acciones o estrategias de la comunidad humana. Podrán regirse, renovarse y avanzar en base a hipótesis y análisis de conducta, y albergar todo a su alcance, teniendo en cuenta que cada vez más residimos anclados y dependientes del “Big Data”. Otros escenarios presentan, en símil medida, escenarios expectantes: la manipulación de la vida, pandemias mundiales provocadas, el control de las moléculas y los átomos y la experimentación los mismos, o el alcance a derivados de armas nucleares.

Las transformaciones proyectadas por los avances tecnológicos caminan a mayor velocidad que la pauta necesaria para que la comunidad humana sea capaz de digerir y conceptuar la totalidad de los escenarios que podrán darse.

Que el mundo es una constante e interminable trasformación es evidente e inevitable, que los diversos e impensados escenarios tecnológicos que han de aparecerse ante los ciudadanos presenten una totalidad adecuada es lo que no queda tan claro. Como ha sucedido en cientos y cientos de ocasiones a lo largo de la historia, y sucederá en lo que queda, la sabiduría y la templanza con que abordemos los progresos tecnológicos de vanguardia mostrará la utilidad o el extremismo que nos deparará el futuro, y traerá uno u otro escenario.

La reflexión para discernir el servicio y la mansedumbre que nos reportarán dichos avances tecnológicos pondrá la pauta que nos hará sobrevivir ante escenarios apocalípticos, más lógicos de cualquier película de ciencia ficción que de una realidad que se aproxima a velocidades de vértigo, advertidas por instituciones y asociaciones, y personalidades de las ciencias, que ya en más de una ocasión han mostrado una alarmante preocupación por la ceguera con que se abordan los avances tecnológicos por parte de la humanidad, y sobre todo, por quienes tienen en su mano o a su alcance dicho poder.