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OPINIÓN | 'En el límite', por Antón Losada

Camino de Santiago

Tiene una magia inefable

para el devoto creyente,

también para mucha gente

escéptica formidable.

El secreto es innegable,

no se puede describir

disfrutas con tu sufrir,

cada paso es un tesoro

que vale su peso en oro

imposible de medir.

Jócamo, 14.VI.2024

NOTA: La peregrinación a Santiago, como a Roma o Jerusalén, se ha convertido para la cristiandad en un fenómeno espiritual y cultural globalizado.

Tiene sus orígenes en las primeras décadas del siglo IX, cuando se descubre la tumba de Santiago el Mayor y se convierte en lugar sagrado para la veneración.

En la actualidad, como tantos otros eventos vinculados a las religiones, ha pasado a ser una manifestación cultural, que va de la vivencia intimista individual, a la experiencia compartida en torno al paisaje, la naturaleza, la agricultura, la gastronomía, etc.

Compartes el trayecto con peregrinos de diferentes razas, religiones, idiomas, edades, forma física... Y todos sacamos fuerzas de flaqueza, cuando el terreno se empina, las etapas se alargan más de lo deseado o aparecen las primeras ampollas en los pies cansados.

La ruta engancha y no sorprende el hecho de que quienes lo han probado, repitan. Sin duda, ‘El Camino’ tiene magia.