La Caldera instala la primera señal interpretativa sobre la conservación activa de la flora de cumbre

En el año 2000 se acondicionó una parcela experimental en las cumbres del Parque Nacional de La Caldera de Taburiente para estudiar, a través de siembras controladas, la germinación, crecimiento y desarrollo de nueve plantas de cumbre. Recientemente ha sido colocada la primera señal interpretativa de las labores de conservación activa que se vienen realizando en tal sentido. El panel ha sido instalado, junto a la carretera LP-4, cerca del lugar donde se está construyendo el futuro Centro de Visitantes de El Roque de Los Muchachos. En el citado enclave, explica el director el director-conservador del Parque Nacional de La Caldera de Taburiente, Ángel Palomares, “confluyen tres actuaciones relacionadas con el manejo de la flora de cumbre”.

Detalla que se encuentra en la parte superior de un núcleo en expansión de tajinaste rosado (Echium wildpretii ssp trichosiphon). “Sin lugar a dudas”, apunta, es la especie que “capta la atención de los visitantes, en los meses de abril y mayo, por su espectacular floración”. Tras una siembra en 2006, resalta, “se observaron las primeras plantas el 2007 y la primera floración se produjo en 2010, con unos 20 ejemplares. En 2016 se han contabilizado algo más de 500 plantas en flor y unas 1.200 rosetas del tamaño suficiente para florecer en 2017.

En la zona también converge “una parcela experimental del 20 por 20 metros (hay 24 en las cumbres, en diversas altitudes y orientaciones) instalada el año 2000, donde a partir de siembras controladas de nueve especies, se ha estudiado la germinación, crecimiento y desarrollo de cada una de ella; es decir, da respuesta a las condiciones ambientales sin la afección de los herbívoros exóticos”. Añade que después de “varios años de seguimiento en el conjunto de las parcelas se han podido determinar las zonas más adecuadas para cada una de las especies, muy necesarias para garantizar el éxito cuando se van a proyectar repoblaciones de siembras. Sirvieron además para redactar el documento Plan de conservación de la flora del hábitat de las cumbres del norte de La Palma pues en amplios sectores de las cumbres, en esos momentos, no había citas de esas especies, salvo en acantilados”.

Por último, confluye en el repetido lugar “dos parcelas de reproductores. En ellas se han repoblado diversas especies además del Echium citado (Bencomia exstipulata, Chamaecytisus proliferus y Teline stenopetala) con objeto de conseguir semillas para hacer siembras de restauración en el resto del codesar”.