La parodia de Los Indianos se ha convertido en el número más emblemático del Carnaval de La Palma, que ha trascendido las fronteras insulares, pero pocos palmeros conocen su origen. Los impulsores de este original desfile de estética caribeña, que se celebró por primera vez en 1966, fueron media docena de “juerguistas” pertenecientes a la familia Cabrera de Santa Cruz de La Palma. “En aquella época, mi padre, Gonzalo Cabrera, era el secretario del Ayuntamiento y habían traído una comparsa de Tenerife para darle un poco de realce e importancia a los carnavales de aquí, pero aquello no funcionó”, ha recordado a LA PALMA AHORA Manuel Cabrera, un arquitecto perteneciente a la familia Cabrera y propietario del inmueble donde nacieron Los Indianos. Esta casa, situada en la Calle Apurón, acoge en la actualidad la tetería Tey, donde este domingo, a partir de las 12.00 horas, se celebrará una fiesta con recreación de época, para divulgar la parodia indiana y abrir al público, excepcionalmente, este histórico edificio construido en los primeros años del siglo XVIII.
Gonzalo relata que “mi padre le dijo a mi tío Manuel Cabrera que tenían que organizar algo para los carnavales con la idiosincrasia de aquí, y se les ocurrió una parodia del retorno del emigrante, porque todo el mundo en aquella época tenía algún traje de ese estilo, y decidieron hacer un desembarco”. “Esa conversación la mantuvieron en la Calle Real, y a mi tío le pareció una buena idea, así que se lo fueron a decir a Yolanda, que era la que organizaba todo en la familia”, dice. “Esto me lo ha contado mi madre, Julieta Guerra, que es la única que queda viva de aquel grupo inicial”.
Los matrimonios integrados por Gonzalo y Julieta, Manuel y Estela, y Vidal y Yolanda , todos de la familia Cabrera, amantes de los carnavales y la diversión, se pusieron manos a la obra y organizaron la primera parodia indiana. “Buscaron un coche antiguo en La Dehesa, se lo dijeron a amigos y parientes y organizaron el primer desembarco, que salía desde el Club Náutico”. “La parodia la inició un grupo de juerguistas al que gustaba los carnavales, divertirse y pasárselo bien”, señala Gonzalo. “La primera vez que se hizo gustó mucho y decidieron repetirlo al año siguiente, cada vez se fue incorporando más gente”. Tanta, que en la actualidad, congrega a casi 70.000 personas.
La casa de la familia Cabrera, que podrá ser visitada y fotografiada este domingo, alberga algunos recuerdos de aquellas primeras parodias de Los Indianos como ropas, sombreros, baúles o instrumentos musicales. “Será una fiesta en la que intentaremos recrear una foto de principios de los años 20 en la que aparece la fachada de la casa y un coche de la época, y también la parodia de los indianos”. “La gente podrá visitar el inmueble, subirse a un coche antiguo que nos hacen cedido para fotografiarse y escuchar música con un grupo en directo”, apunta Gonzalo.
Es la primera vez que se lleva a cabo esta iniciativa “totalmente privada” en la casa en la que nacieron Los Indianos, que el próximo año celebrarán su medio siglo de existencia. “Se trata de divulgar un poco el origen de esta parodia y la historia del propio edificio, que quiero abrir al público en momentos puntuales”, concluye Gonzalo Cabrera.