Una delegación (nodo) de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético para Canarias (Px1NMC) lleva varios meses trabajando en La Palma en defensa de las energías limpias, según se informa en nota de prensa. “Somos un grupo de personas que apostamos por el cambio del modelo energético actual hacia otro más barato, más limpio y más democrático, basado en las energías renovables”, aseguran.
Se trata de una plataforma a nivel estatal presentada en marzo de 2013 y apoyada por 317 organizaciones. En Canarias, la plataforma está en activo desde junio de 2013 y cuenta actualmente con delegaciones en Gran Canaria, Tenerife, Lanzarote, Fuerteventura y La Palma.
El pasado mes de septiembre se celebró en el municipio de Agüimes el primer encuentro interinsular de los cinco grupos insulares que se han constituidos para trabajar en las acciones conjuntas a favor de un cambio en la política energética de las administraciones y en la gestión de la energía por parte de los ciudadanos.
Desde la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético para Canarias (Px1NMEC) “entendemos que los principales retos de los sistemas energéticos de las Islas son: tratar de superar la dependencia del exterior, reconducir la insostenibilidad económica y ambiental del modelo, disminuir el elevado consumo y la ineficiencia energética y evitar la gestión monopolista del conjunto, facilitada por la colaboración perversa e interesada de los gobiernos de turno”, afirman.
Por tanto desde, esta Plataforma (PNMEC), añaden, “creemos que los principios sobre los cuales debe articularse la estrategia de solución para ir respondiendo adecuada y progresivamente a cada uno de estos retos”. Entre los mismos citan “una nueva cultura energética” y propone “la democratización del sector”. “En la energía- como en la gestión del agua y la producción de alimentos- necesitamos cambiar hacia actitudes más responsables en las formas de producir y consumir. Este cambio debe empezar con políticas serias de ahorro y eficiencia a todas las escalas: desde los consumos directos de la edificación, hasta la planificación urbanística y territorial. Un modelo donde es imprescindible la participación, tanto de la ciudadanía como de los profesionales implicados en el diseño y planificación del territorio”, detallan.
Otro de los objetivos es lograr “la soberanía energética”. “En territorios con abundantes recursos energéticos renovables y teniendo en cuenta los avances producidos en las últimas décadas por las tecnologías limpias para su aprovechamiento -que abarata considerablemente los costes de generación y aporta sostenibilidad ambiental- no existe argumento racional posible que justifique la continuidad de un modelo energético basado en recursos fósiles controlados por terceros”, sostienen. “En lógica consecuencia, nos parece evidente que sólo desde el uso generalizado de las energías limpias propias, a través de la generación distribuida, es como podremos resolver el reto de la disminución de la dependencia y la mejora de la sostenibilidad económica y ambiental”, subrayan.
El ahorro y eficiencia energética es una de las metas a alcanzar. “Partimos de la idea de que no existe mejor gestión de la energía que aquella que busca en primer lugar la eliminación de todo consumo innecesario, de manera que el ahorro y la eficiencia energética deben ser siempre la prioridad; por ello, desde la Px1NMEC nos parece de vital importancia contar con una planificación urbana eficiente, que evite consumos de nuevo suelo lejos de los núcleos urbanos existentes, así como procurar la rehabilitación eficiente de las ciudades y su modelo urbano, favoreciendo la mezcla de usos (residencias, colegios, áreas de trabajo, comercio, centros de salud...), para disminuir la necesidad de movilidad, al tiempo que apoyamos la arquitectura bioclimática como modelo de ahorro y eficacia energética”, apuntan.
Otro de los retos de la plataforma es “el aprovechamiento inteligente y solidario de nuestros recursos naturales, puesto que entendemos que para garantizar la conservación de estos recursos, las energías limpias, renovables y locales (eólica, solar, geotérmica, maremotriz, etc.) deben desplazar lo antes posible, pero de forma planificada, a las tecnologías no renovables, contaminantes y peligrosas”. Al mismo tiempo, agregan, “debe planificarse adecuadamente el uso del territorio, a través de Planes Estratégicos de Ordenación que identifiquen las zonas más propicias para la instalación de infraestructuras energéticas -cubiertas solares, parques eólicos, sistemas de bombeo, etc.- optimizando el aprovechamiento de nuestro relieve para la generación y almacenamiento de la energía, favoreciendo y respetando al mismo tiempo el suelo agrícola, igualmente estratégico para avanzar hacia la autonomía alimentaria”.
La Plataforma por un Nuevo Modelo Energético para Canarias manifiesta “nuestro total rechazo a la política energética no independiente que se está llevando a cabo, cómplice de intereses privados”. En este sentido, considera que “los intentos de introducción del gas en Canarias o la nueva regulación del sector emprendida por el Ministerio, no responden a causas técnicas, sino a la sumisión de la política energética a los intereses del oligopolio que bloquea continuamente la introducción de las energías limpias y descentralizadas, tanto en los sistemas eléctricos insulares, como en el sistema eléctrico español en general”. Por tanto, sostienen, “es necesario concienciar a la opinión pública para sentar las bases y poder avanzar en el proceso de transición de los sistemas eléctricos insulares convencionales a los 100% sostenibles para cada una de las islas, y abandonar, de una vez por todas, el viejo modelo basado en combustibles fósiles al que se aferran tanto las autoridades canarias, como las españolas”. “Debemos exigir el cumplimiento de los compromisos que en materia de energías renovables han suscrito todos los grupos políticos presentes en el Cabildo insular para que La Palma y Canarias sean 100x100 renovables. Nos sobra energía”, concluyen.