El periodista Joan Marcet, corresponsal de TVE en La Palma, ha presentado la película ‘Ezra’ dentro del ciclo de cine sobre derechos humanos que organiza Amnistía Internacional.
El periodista Joan Marcet, corresponsal de Televisión Española en La Palma, ha presentado este lunes, en el Teatro Cine Chico de Santa Cruz de La Palma, la película ‘Ezra’ dentro del ciclo ‘Los derechos no son de película’ que ha organizado el grupo local de Amnistía Internacional, con la colaboración de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de la capital, para conmemorar el 25 aniversario de su implantación en la Isla.
Dirigida por el nigeriano Newton Aduaka, ‘Ezra’ narra la utilización de los niños soldados a través de los ojos de uno de ellos. Ezra, ex combatiente de Sierra Leona, lucha por retomar una vida normal tras la guerra civil que ha asolado su país. Pasa sus días entre un centro de rehabilitación psicológica y un tribunal de reconciliación nacional establecido bajo los auspicios de la ONU.
Marcet, que ha sido corresponsal de TVE en Marruecos y México y ha cubierto los grandes conflictos internacionales, aseguró en su intervención que “los niños y niñas soldados constituyen la forma más radical y salvaje de explotación infantil en el mundo”. “Los niños soldados son víctimas, pero a menudo se ven obligados a ser también verdugos, y son los autores de algunos de las actuaciones más violentas”, aseguró.
Recordó que según datos de distintas organizaciones no gubernamentales y de la propia Amnistía Internacional “habría actualmente entre 250.000 y 300.000 niños y niñas soldados en todo el mundo”.
Subrayó Marcet que “hay que tener en cuenta que no todos los niños son reclutados a la fuerza; hay alistamientos también por la pobreza extrema, el desarraigo, la desesperación o, simplemente, la necesidad de ser aceptado, de pertenecer a algo, pero, al final, es un tema de explotación, de falta de oportunidades siempre”.
Reconoció la labor del grupo local de Amnistía Internacional. “Lleva años luchando por la defensa de los derechos humanos; 25 años nada menos moviendo, como en el efecto mariposa, un grano de arena aquí para que repercuta; luchando en un mundo que ya es global”.