“Estoy capacitado para hacer algo extraordinario en la Quinta Verde”

Luis Morera en su estudio de la calle San Sebastián. Foto: LUZ RODRÍGUEZ

Esther R. Medina

Santa Cruz de La Palma —

Después de una vida entregada al arte y a la defensa de la naturaleza, Luis Morera, polifacético creador y líder del grupo musical Taburiente, considera que “tengo capacidad para hacer algo extraordinario en la Quinta Verde”, según ha manifestado a LA PALMA AHORA. “Merezco hacer la redacción del proyecto para acondicionar un parque botánico en el entorno de la casona, porque a estas alturas de mi vida me avala una larga trayectoria artística, no solo lograda con la voz sino también con otras intervenciones creativas”, subraya.

La Quinta Verde, el histórico inmueble de los Massieu-Monteverde construido en el siglo XVII y ubicado en las laderas del barranco de Dolores, en Santa Cruz de La Palma, tiene un especial significado para Morera, un artista que abanderó la lucha ecologista en La Palma y que se enfrentó abiertamente a los dirigentes políticos que defendían proyectos urbanísticos que él, con una visión conservacionista, consideraba “auténticos disparates”. En 1987 compuso el famoso tema 'Quinta Verde', una armoniosa composición que el grupo Taburiente convirtió en “himno de lucha” y que sonó en los escenarios de todo el Archipiélago. “Cuando me iba a pintar al barranco, me di cuenta, porque los artistas nos adelantamos a los tiempos, que la mejor manera de defender aquel hermoso lugar era dedicándole una canción e interpretándola en todas las actuaciones; se convirtió en un himno de lucha con mucho amor, donde describo la casona, la belleza del entorno o la 'dama de la Quinta Verde', Leocricia Pestana, una poetisa a la que no se le ha dado valor y que, según cuentan, enlazaba sus poemas en los rosales de su jardín”, relata Morera, al tiempo que tararea, con su privilegiada voz, la primera estrofa de la composición. “Cada mañana veo el sol/y siento ganas de vivir/es tan perfecto tu camino/que estabiliza mi existencia/. ”Hoy sigue siendo uno de los temas que más conoce la gente de Taburiente y muchos isleños, gracias a él, han venido a La Palma a ver la Quinta Verde“, afirma. ”Es una composición de amor a la vida, que ayuda a renacer en momentos difíciles, y me emocioné mucho al saber que César Manrique, cuando murió en accidente de tráfico en Lanzarote, iba escuchando esa canción, y mientras retiraban su cuerpo del coche, sonaba 'Quinta Verde“.

Nacimiento del primer grupo ecologista

Pero la casona de los Massieu-Monteverde y su entorno escalonado fue también el origen de la formación del primer grupo ecologista de La Palma. La defensa de este singular paraje, que alberga una amplia representación de la flora endémica de la Isla, impulsó un movimiento conservacionista que dio más de un quebradero de cabeza a algún cargo público de la época, sobre todo a partir de que los medios de comunicación comenzaron a mostrar interés por el tema. “Hasta que no nos constituimos y legalizamos, y la prensa nos tuvo en cuenta, nos vacilaban los políticos; en principio éramos un grupo de amigos que nos reuníamos para luchar por la Quinta Verde, pero después decidimos implicarnos en todos los problemas ambientales de la Isla”, apunta Morera, quien recuerda el mal rato que pasó cuando la entonces ministra de Cultura con el Gobierno de Calvo Sotelo, Soledad Becerril, visitó La Palma y él, en solitario, decidió abordarla para pedirle que “salvara” la finca de la especulación urbanística. Fue un acto subversivo que puso el corazón del artista a mil por hora. “La esperé en la cafetería del Hotel San Miguel; temblaba de los nervios, y encima se me ocurre tomar un café; cuando llegó, estaba totalmente rodeada por las autoridades y era imposible llegar hasta ella, pero entonces decidí caminar a gatas entre todas aquellas piernas hasta que logré abordarla y entregarle un gánigo (vasija aborigen de barro) y una foto enmarcada de la portada de la Quinta Verde”. “La verdad es que tuvo un comportamiento ideal, me acompañó a la calle y caminamos juntos hasta donde está hoy el edificio Tinabana, y desde allí le expliqué qué pretendía hacer en la Quinta Verde”.

Morera estaba convencido de que “el avance de la ciudad iba a devorar aquel hermoso lugar” y por eso decidió diseñar un proyecto y presentarlo al Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma, pero esta institución nunca ha respaldado la iniciativa del artista. “Mi propuesta inicial, que todo el mundo entendió, menos los políticos, era construir un parque en el entorno de la Quinta Verde y convertir la casona en un centro de interpretación de la flora autóctona de la zona y del resto de la Isla; un parque urbano en el que se pudiera contemplar la naturaleza”, detalla.

La casona: trastero municipal

El pasado mes de junio, el artista visitó la Quinta Verde y comprobó que “el inmueble se usa de trastero municipal y eso no se entiende, porque el edificio se restauró para el disfrute de los ciudadanos”. Morera cree que este espacio, por su ubicación y reducidas dimensiones, no es adecuado para albergar el Museo de la Bajada de la Virgen, como ha plantado el Ayuntamiento. “La casona debe acoger un centro de interpretación de la flora autóctona, donde los turistas puedan recibir información de las especies vegetales de la Isla”, insiste.

El artista ha tenido que ir modificando su proyecto conforme han ido avanzando las edificaciones en la avenida de El Puente. “Ahora tengo más claro que nunca que la Quinta Verde es imprescindible para Santa Cruz de La Palma, porque no tiene otro lugar para acondicionar un parque, y una ciudad como esta sin parque, en un isla dominada por la vegetación, no se puede permitir”, sostiene. “No se pueden cargar este espacio, que, además, tenemos la suerte que es un parque natural en vertical, donde se puede jugar con cascadas de agua”, detalla. “Propongo que toda el agua que viene de la zona de Timibúcar, a través de las cunetas, se canalice y se dirija a una represa que se construiría por encima de la Quinta Verde, y en esa misma represa se levantaría una plaza con un mirador”. “Dejaría caer el agua en cascada desde esos basaltos preciosos, y haría un lago en la subida de la escalinata de piedra, que hoy está perdida, por donde se dice que subía y bajaba 'la dama de la Quinta Verde', Leocricia Pestana, y enlazaba sus poemas en los rosales de su jardín”. Morera también contempla en su proyecto “un parque infantil donde los niños puedan jugar con arenas y barros, donde tengan contacto con la naturaleza, y que pueda ser también visitado por los escolares como aula al aire libre en la que se impartan clases de ciencias naturales”, precisa. “Es increíble que esa zona, de gran valor ambiental, siga esperando a que venga un especulador; creo que el Gobierno de Canarias tendría que invertir en este lugar para salvarlo, y los políticos de Santa Cruz de La Palma deben luchar por este paraje y no permitir que se construya ni un edificio más en el entorno”.

Luis Morera reconoce que después de toda una vida de lucha en defensa de las raíces culturales y el patrimonio natural de La Palma, y también de Canarias, quiere que otros tomen el relevo. Ahora su ilusión es impulsar un movimiento ciudadano que defienda la creación de un parque botánico en la capital. “La gente está sensibilizada y es ella la que tiene que salvar la Quinta Verde”, concluye.

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