La Red de Vigilancia Volcánica del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en La Palma, desde el pasado mes de mayo, fecha en la que se amplió la red, está formada por cinco estaciones sísmicas, cuatro puntos de control hidroquímico de aguas subterráneas y cuatro antenas GPS para medir la deformación del terreno.
Los citados puntos de seguimiento sísmico-volcánico, instalados con el apoyo y ayuda del Cabildo y ayuntamientos, se localizan en los municipios de Fuencaliente, El Paso, Tiajarafe, Los Llanos de Aridane y Puntallana. Desde el IGN se apunta que, en el marco de una nueva fase, “se está trabajando en instalar al menos dos estaciones sísmicas, dos antenas GPS, un magnetómetro y estaciones geoquímicas de medida en continuo”.
El IGN cuenta asimismo en La Palma con una red de nivelación ortométrica de alta precisión que sirve de referencia para, a largo plazo, determinar las deformaciones del terreno. La misma consta de 280 puntos de medición repartidos por 200 kilómetros del entramado insular de carreteras. Se trata de una serie de clavos que marcan la cota y, cuando pasan varios años, se comparan para saber si se han movido “en vertical” a fin de establecer las posibles variaciones en ese plano.
La Palma no se encuentra enclavada “en una zona considerada de actividad sísmica (tectónica) y los antecedentes de los seísmos conocidos han estado casi siempre asociados a erupciones volcánicas”, según se indica en el Plan Insular de Emergencias de Protección Civil del Cabildo elaborado en el año 2002. Ejemplo de ello, se añade en el citado documento, son los estremecimientos telúricos “ocurridos en 1677 (dos seísmos), 1949 (24) y 1971 (41)”.
Los últimos temblores detectados hasta ahora correspondían al proceso eruptivo del volcán Teneguía desarrollado entre el 26 de octubre y el 20 de noviembre del citado año. Desde esa fecha no se habían vuelto registrar movimientos sísmicos adscritos a La Palma. Como excepción a esta norma, solo están los ocurridos en Los Llanos de Aridane en 1936 y 1939, en los cuales se produjeron nueve seísmos sin actividad eruptiva aparente.