Asegura que “reír es la mejor terapia para la gente que sufre”. Iván Prado, uno de los mayores exponentes actuales del circo solidario a nivel internacional, miembro de Pallasos en Rebeldía, ofrecerá este viernes una conferencia en la Casa Amarilla de Las Ledas, que gestiona la Asociación Sociocultural Mareando, con el título El clown en tiempos de guerra, y presentará el libro Mujerario. El sábado y el domingo, en el Centro Polivalente de Las Ledas, impartirá el taller Payaseando la existencia para ayudar a encontrar el clown que todos llevamos dentro. Los proyectos de Prado han supuesto en los últimos años “un revulsivo sin precedentes” para territorios en conflicto como las Favelas de Brasil, los campamentos de refugiados del Sáhara, las comunidades indígenas de Chiapas o los campos de refugiados de Palestina. En una entrevista con La Palma Ahora asegura que “en la sociedad actual falta mayor amor, mayor abrazo a la justicia, a la libertad, mayor abrazo a la democracia, falta mayor empatía con los que más sufren”.
-¿Quién es Iván Prado?
- Iván Prado es un chico de Lugo que de niño descubre el amor por la risa y la justicia social, y la necesidad de viajar por el mundo en proyectos que apoyen aquellas personas que luchan contra el sistema global de terror. Desde niño tengo esas tres obsesiones. Vivir con pueblos originarios, con gente empobrecida, con personas que habitan en zonas de conflicto, con refugiados, trabajar para apoyar sus causas y sus luchas que son la de toda la humanidad, y hacer reír como una adicción. En mi caso hacer reír es casi una enfermedad.
-¿Qué misión tiene en el mundo?
-Mi misión tiene que ver con usar la cultura y demostrar que la cultura y el arte sirven para construir un mundo donde quepan todos los mundos, que la alegría es la mejor herramienta para resistir contra el miedo y contra el dolor, que la risa es aquello que alimenta nuestra alma y que la esperanza es el mejor antídoto para el miedo y el odio, y que todo esto se puede hacer a través del circo y del clown.
-¿Qué logra la risa en lugares donde reina la angustia?
-La risa en los lugares en los que reina la angustia permite que la gente sepa que no está sola, reforzar su sistema de vida, y su sistema de lucha a través de la esperanza y la alegría, y demostrar que el ser humano está aquí para ser feliz, de alguna manera la risa lo construye, es la única manera que yo tengo, primero porque soy payaso y artista de clown, y segundo porque es la única manera que hemos encontrado de llegar más directamente al corazón de la gente. Para la gente que más sufre reír es su mejor terapia.
-Defiendes la risa y la solidaridad como motores de cambio social. Pero ¿abunda la risa y la solidaridad en la sociedad actual?
-En la sociedad actual falta mayor amor, mayor abrazo a la justicia, a la libertad, mayor abrazo a la democracia, falta mayor empatía con los que más sufren, falta empoderarse, decir que la humanidad es un tejido de corazones y que la ciudadanía consciente construye relaciones humanas más justas y más bellas. Pero sí hay risa y solidaridad, peor obviamente falta, siempre falta alegría y solidaridad, sobre todo en las sociedades occidentales, que son consumistas y pasivas, donde la indiferencia hace mella en nuestro sentimiento como seres humanos, pero yo me he encontrado a gente muy feliz, alegre y resistente en Palestina, en Líbano, Brasil, México…
-De tus viajes a zonas de conflicto ¿cuál te ha dejado más huella?
-La huella más importante que dejó en mí viajar ha sido Gaza, un lugar donde yo decidí ser payaso porque al inicio de nuestra actuación, de nuestro periplo por la franja, empezaron a bombardear un campo de refugiados y los niños se pusieron en pie a aplaudir y a cantar para insuflar valentía y dignidad a los payasos porque querían dar una función, querían ser niños y niñas durante una hora. Esos aplausos y esos cantos hicieron un paraguas en medio de la guerra, un paréntesis para que los payasos pudieran llevar su mensaje de solidaridad y de amor.
-¿Qué encontrará el lector en ‘Mujerario’?
-Mujerario son 45 mujeres que me habitan. El lector va a encontrar en ese libro un homenaje a todas las feminidades que me habitan y que defendemos, tanto ellas como yo, que pueden ser habitadas en este planeta. Es un canto a la fuerza de la mujer, a su creatividad, a su resistencia, a su empatía, a su magia, a su multiplicidad, a su luminosidad. Son 45 dibujos de Iris Serrano, es una gran ilustradora y la pintora de Pallasos en Rebeldía y de otros colectivos a los que apoya, y los textos, los poemas, de un payaso de Lugo que enamorado de estos dibujos hace una especie de canto coral a la libertad de la mujer y a la feminidad que también habita el hombre.