Más de mil personas en Santa Cruz de Tenerife y unas 1.500 en Las Palmas de Gran Canaria han recorrido este domingo varias calles de ambas ciudades convocadas por colectivos que ligan la inmigración con la delincuencia y los problemas en los servicios sociales.
Al inicio de la manifestación de la capital tinerfeña, el influencer Rudy Ruyman ha hecho hincapié en que “si ahora los canarios tienen miedo a salir a la calle qué ocurrirá dentro de veinte años, y ha indicado que no puede ser que en las calles de las islas haya más gente de fuera que de dentro, de Canarias, de España”.
Ha asegurado que hay un efecto llamada y ha asegurado que los jueces tienen miedo, porque “están presionados políticamente”, y ha afirmado que también están temerosos los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, para quienes los participantes pidieron un aplauso.
Según Rudy Ruyman parece que nadie quiere salir a la calle para luchar contra la delincuencia, que vincula a la inmigración, y durante la manifestación se corearon insultos al presidente del Gobierno de Canarias, Pedro Sánchez, a quien acusaron de traidor, y se afirmó que lo que ocurre “no es compasión, es una invasión”.
La premisa de la que parten las protestas ha sido refutada con datos por la fiscal superior de Canarias, María Farnés Martínez Frigola, quien ha asegurado este viernes que no se ha notado ninguna relación entre el incremento de la criminalidad con la inmigración. “Únicamente hay cuatro procedimientos en los que esté implicado algún menor extranjero no acompañado”, ha detallado Martínez Frigola durante una comparecencia en comisión en el Parlamento de Canarias para exponer la memoria de la Fiscalía correspondiente a 2023.