La Ruta Canaria migratoria será la protagonista de la nueva película de Armando Ravelo, Érase una vez en Canarias, que narra un “viaje épico”, el de las personas que navegan en patera desde las costas africanas a las islas, y que protagoniza una joven, Nola, en busca de su padre.
Ravelo, junto a los actores Diarra Diouf, que interpreta a Nola; Yanely Hernández, Pino; y Kike Pérez, Manuel; y al presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, y la directora general autonómica de Patrimonio Cultural, María Antonia Perera, han adelantado este martes el contenido de la película, que comenzará a rodarse en marzo de 2022 y que espera ser un “antídoto contra el odio, la xenofobia y el racismo” cuando se estrene dentro de un año.
El director y guionista ha explicado que se trata de una historia que parte del sueño que desde niña tenía Nola de encontrar a su padre, quien dejó embarazada a su madre en Senegal, y cuenta el viaje que emprende la joven en una patera con la intención de hallarlo en Canarias.
Su objetivo es presentar la emigración africana “como una propuesta para seguir sumando”, porque esa ha sido la historia de los pobladores de las islas, pero con la intención de entretener, divertir y reflexionar, y todo ello con “talento canario”, pues, excepto Diarra Diouf, nacida en Burgos y de origen senegalés, el resto de actores son del archipiélago, así como sus tres productoras: Proyecto Bentejuí, Alegando y Fireworks.
La película quiere reflejar el amplio espectro de los motivos que llevan a emigrar y, al mismo tiempo, presentar diferentes aspectos de la sociedad canaria en escenarios como la Cueva Pintada del municipio grancanario de Gáldar, las localidades de El Rosario y La Laguna, en Tenerife, y posiblemente la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, ha indicado Ravelo.
El nuevo film pretende ser un “espejo de los que somos como pueblo y un diálogo entre lo africano y lo canario”, ha remarcado el cineasta, que afronta con este proyecto un paso más en su apuesta por narrar episodios sobre la historia del archipiélago tras el éxito de su primer largometraje, “La piel del volcán”, ya que hasta entonces empleaba 30 minutos en repasar el pasado isleño a partir de su productora Proyecto Bentejuí.
Con un presupuesto de 750.000 euros, cuenta con el patrocinio del Cabildo de Gran Canaria, que participa con 150.000 euros; de la Dirección General de Patrimonio Cultural, con 100.000 euros, así como de la Presidencia del Gobierno, que destinará entre 200.000 y 250.000 euros, según ha indicado Perera, además de aportaciones de los municipios donde se rodará y de la Dirección General de Juventud regional.
Antonio Morales ha destacado que el film “toca un tema en el que hay que hacer especial hincapié y es importante que el arte se haga eco del fenómeno de la inmigración, en el que las instituciones tienen que mojarse”, a lo que Perera ha añadido que esta “narrativa dramática” permite visibilizar lo que “se ve diariamente en las costas canarias”.
Diarra Diouf ha afirmado que la película de Ravelo supone un “cambio enorme” en el cine porque, “por fin, nosotros (los africanos) somos protagonistas de lo que nos sucede”, y ha valorado el hecho de que los personajes sean dignos, inteligentes y sabios, porque el hecho de emigrar no quiere decir que se carezca de cultura.
La actriz Yanely Hernández, propietaria de la productora Fireworks, está encantada con el papel de Pino, un personaje que representa a los más desfavorecidos de la sociedad y para el que se tiene que preparar “física y psicológicamente”, y sobre todo con que Ravelo haya sido capaz de abordar un tema tan sensible “sin caer en el buenismo”, augurando que “ayudará a despertar algunas conciencias”.
Kike Pérez encarnará a otro personaje con que se encontrará Nola, un hombre de campo “con la inteligencia que da la tierra”, ha señalado el actor, quien ha destacado el orgullo de participar en “una historia que se cuenta desde Canarias para el mundo”.
“Érase una vez en Canarias”, según su director, “está por encima de los colores” y “más allá de la política y de las ideas”, trata de la humanidad y de un drama que se cobra miles de muertes, que asegura que le “quita el sueño” y le “avergüenza”.