Intersindical Canaria ha expuesto este martes su negativa a ser “cómplice” del uso que, a su juicio, España y la Unión Europea (UE) hacen de Canarias como “muro de contención del hambre” que sufre la población africana que se juega la vida en pateras y cayucos que acaban arribando a las Islas.
Ante la llegada al archipiélago en lo que va de año de unas 15.000 personas procedentes del continente “y las condiciones infrahumanas en las que se les está acogiendo”, el sindicato ha denunciado en un comunicado “las políticas económicas y legislativas que han llevado a esta situación, cuyo responsable último” encuentra en “el expolio colonial y neocolonial al que se ha sometido a los países” de ese continente.
A esta situación, que ha “esquilmado recursos naturales y provocado guerras y una pobreza generalizada en esos países”, en las últimas décadas se han implementado, en el plano legislativo, medidas que “solo han servido para convertir las aguas territoriales de Canarias en una inmensa fosa común, donde yacen un número indeterminado de migrantes”, subraya la organización sindical.
Para IC, “las leyes de extranjería, la externalización de las fronteras o el Plan África son medidas que han desplazado hacia el sur la ruta migratoria de quienes huyen del hambre, la miseria, la guerra y la persecución política y social”. “En esa frontera sur, fuera de Europa, se sitúa a Canarias como territorio receptor, sin que reciba las compensaciones que sí se dan a países de su entorno, como Marruecos, Mauritania o Gambia”, asevera el sindicato.
IC rechaza que se pretenda convertir a Canarias “en una valla invisible, en un territorio cárcel para las personas que arriban a sus costas, sin intención de permanecer en él, sino con el único objetivo de llegar al destino final de su proyecto migratorio: las ciudades y países europeos donde pueden encontrar una oportunidad laboral y de vida futura”.
Por eso, “denuncia que ni la Unión Europea ni el Gobierno español han colocado sobre la mesa alternativas reales, más allá de las represivas, a los masivos movimientos migratorios africanos, ni a la catástrofe humanitaria” que, a juicio de IC, se vive en Canarias.
Aunque algunos responsables institucionales han comparado la situación que se vive en Canarias con la registrada en Lesbos o Lampedusa, IC considera “que el parecido es mucho mayor con la isla de Alcatraz: una inmensa cárcel en medio del océano”.
Para el sindicato, la solidaridad con esta emergencia humanitaria debe manifestarse “exigiendo el traslado urgente” de los inmigrantes que permanecen hacinados“ en Canarias ”a otros lugares del Estado español y a países europeos“, ya que ello contribuirá a ”dignificar sus condiciones de acogida“, concluye.