El presidente fundador del PP, Manuel Fraga, consideró este jueves que habría que ponderar el peso de los partidos nacionalistas “colgándolos de algún sitio” porque “el nacionalismo, por definición, es lo contrario a la defensa de España”. Sus manifestaciones han generado la repulsa de nacionalistas y del PSOE. Los primeros han pedido su reprobación en el Senado y los segundos que el PP lo desautorice.
En un desayuno informativo del Foro Nueva Sociedad, el senador del PP ha respondido así al ser preguntado por si cree que habría que ponderar el papel y el peso de los partidos nacionalistas.
“Habría que ponderar colgándolos de algún sitio” ha dicho Fraga quien, ante la pregunta de si podía concretar a qué se estaba refiriendo, ha respondido: “El nacionalismo, por definición, es lo contrario a la defensa de España”.
Fraga ha expresado asimismo su “profundo desprecio” por las palabras del diputado de ERC Joan Tardá en un acto de las Juventudes de su partido en el aniversario de la Constitución, en el que llamó “corrupto” al Tribunal Constitucional y gritó “muerte al Borbón”.
Fraga, quien se ha mostrado “escandalizado” por esas palabras de Tardá, ha comenzado su intervención recordando el 30 aniversario de la Carga Magna celebrado el pasado sábado “de manera muy original” y, en ese momento, se ha referido al diputado de ERC y ha recordado que “aprovechó” este acontecimiento “para insultar al propio Rey”.
El senador del PP ha ensalzado el papel que jugó el Rey en la Transición, así como su figura, y ha hecho hincapié en el “escándalo” de que Tardá llamara “órgano corrompido” al Tribunal Constitucional “es de las cosas más gruesas” que ha oído en su vida.
“Todas esas cosas le diría y otras muchas, más de cuarenta”, ha apostillado Fraga.
El presidente Fundador del Partido Popular ha confiado en que el Tribunal Constitucional, que tiene pendiente resolver sobre los recursos planteados al Estatuto de Cataluña, “superando el insulto grave al que fue sometido, como el Rey, por un determinado político catalán, sea capaz de superar las presiones a las que está siendo sometido en este momento”.
La frase de Manuel Fraga ha provocado la contundente respuesta de los nacionalistas, que han considerado ofensivas sus palabras, mientras que el PSOE ha pedido al PP su desautorización.
El vicesecretario general del PSOE, José Blanco, ha señalado que el Senado “no podría albergar ni un minuto más en su seno” al presidente fundador del PP, “sentado, codo con codo, junto a los senadores insultados de ese modo y que han sido elegidos democráticamente por los españoles”.
La secretaria de Política Institucional y Autonómica del PSOE, Mar Moreno, ha pedido al PP que “desautorice” las palabras de Fraga, y a éste, que “rectifique y pida disculpas”.
Para el PSOE, las “desafortunadas palabras” de Fraga “devuelven al PP a tiempos pasados, en los que se perseguía a los nacionalistas”.
No obstante, Moreno ha dejado claro que desde el PSOE no van a iniciar “una campaña inquisitorial” contra Fraga, “como la que el PP ha emprendido contra Pedro Castro”, el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, a quien el PP pide su dimisión por insultar a los votantes de la derecha.
“No conozco las declaraciones del señor Fraga y no creo que haya dicho que haya que colgar a nadie; no creo que haya dicho eso”, ha asegurado el líder del PP, Mariano Rajoy, a su llegada a la reunión del Partido Popular Europeo.
A su juicio, los nacionalismos son respetables siempre que actúen dentro del marco constitucional.
Desde el Gobierno vasco, la vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, ha afirmado que esas manifestaciones “solamente descalifican a quien las hace” y se ha preguntado si Fraga se refería a los nacionalistas “catalanes, vascos, gallegos o españoles”.
En Cataluña, el líder de ERC, Joan Puigcercós, ha restado importancia a las palabras de Fraga y ha asegurado que “tiene derecho a decir lo que quiera” aunque “sea una rémora del pasado”.
Más crítico se ha mostrado el portavoz de los republicanos catalanes en el Congreso, Joan Ridao, quien las ha considerado no sólo “ofensivas”, sino “guiadas por un profundo sentido antidemocrático”, y se ha preguntado por qué nadie exige la dimisión del senador.
El secretario general de CiU, Artur Mas, ha recordado al presidente fundador del PP que su partido “gobernó España gracias al apoyo de los partidos nacionalistas” y ha lamentado que ahora todo sean “insultos y pestes”.
“No sé si hay que tomarle por la literalidad de las palabras; si es así, lo que está proponiendo es que se restaure en España la pena de muerte, pero que sólo se aplique a los nacionalistas, seamos catalanes, gallegos o vascos”, ha dicho Mas.
El presidente gallego, Emilio Pérez Touriño ha recordado a su predecesor en la Xunta que la pluralidad política es “un valor en sí mismo”, reconocida en la Constitución.
El portavoz del BNG en el Congreso, Francisco Jorquera, ha confiado en que el PP sea “coherente” y repruebe a Fraga e, incluso, le pida su acta de parlamentario, como ha hecho con el diputado de ERC Joan Tardá, por el comentario ofensivo que hizo contra la Monarquía.