MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
El ex presidente del Gobierno Felipe González considera que cuanto más se acerquen las elecciones será “más difícil” para José Luis Rodríguez Zapatero dejar de ser el candidato y, más aún, cuando las encuestas dan al PSOE una desventaja de diez puntos frente al principal partido de la oposición, según ha dicho en una entrevista en la Cadena Ser recogida por Europa Press.
“Si estuviera dentro de la sala de máquinas pensaría que mientras más se acerque la fecha de la confrontación electoral tendría menos margen para decir que no. De eso estoy personalmente absolutamente convencido. Si uno se coloca encima de las elecciones es difícil decir que ahora no voy. No es tan difícil decirlo si tiene una ventaja electoral de cinco puntos, pero si tiene una desventaja de diez puntos es muy difícil”, ha recalcado González.
En este sentido, el ex presidente ha reconocido que desde el punto de vista de “la aceptación popular” tanto Zapatero como el líder del PP, Mariano Rajoy, están “tocados” aunque, ha matizado, el jefe del Ejecutivo es debido a la gestión de la crisis y Rajoy a su “gestión de la nada”.
“Desde el punto de vista de los ciudadanos Zapatero está tan tocado como Rajoy. Lo que pasa es que el debate sólo se plantea en términos de aceptación popular con Zapatero y no con Rajoy. El presidente del Gobierno debe ser consciente que lo está y que está pagando las consecuencias de la gestión de la crisis, como otros muchos dirigentes, y Rajoy está pagando las consecuencias de la gestión de la nada”, ha recalcado González.
Por otro lado, el ex presidente ha insistido en que si Zapatero desea ser el candidato del PSOE en las próximas elecciones generales de 2012 no basta con su decisión personal, sino que tiene que pasar por los trámites “normales” del partido.
González ha explicado que el hecho de no volverse a presentar como cabeza de lista de los socialistas forma parte de la “libertad personal” de Zapatero, “de las limitaciones propias de la responsabilidad”, pero, ha enfatizado, eso no basta en el caso en el que decidiera seguir siendo el candidato.
“Decir que uno no va forma parte de su libertad personal pero decidir que uno va no forma parte de esa libertad más que en trozo de la decisión. Uno dice que va y, además, tiene que pasar por los trámites normales en un partido democrático”, ha insistido González, recordando que durante su etapa en el Gobierno se armó un “lío” cuando en 1989 anunció que esa iba a ser la última legislatura en la que se presentaría.