MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
El presidente del Congreso, José Bono, ha advertido este martes al PSOE y al PP de que su proposición de ley para retocar la Constitución con el objetivo de incluir un límite de déficit, deberá estar registrada en la Cámara a más tardar este viernes para que pueda ser aprobada antes de que termine la legislatura cumpliendo “escrupulosamente” todos los mandatos constitucionales.
Así lo ha comentado el propio Bono en los pasillos del Congreso incidiendo en que el texto deberá ser tramitado en las dos Cámaras por el procedimiento de urgencia y en lectura única.
Pero además, según el calendario preliminar esbozado por Bono, la Cámara Baja tendría que celebrar dos sesiones plenarias más de las previstas inicialmente. De hecho, ha avisado a los diputados en el hemiciclo de que podrían ser citados a un Pleno extraordinario el 30 de agosto y a otro, ya dentro del nuevo periodo de sesiones, el 1 de septiembre.
DOS PLENOS EXTRA EN EL CONGRESO
En principio, la Cámara Baja no iba a retomar su actividad ordinaria hasta la semana del 12 de septiembre, igual que el Senado, que sólo tenía programado un Pleno para el mes que viene y que también puede verse obligado a retocar sus planes.
El esquema sería el siguiente: La proposición de ley se registraría esta misma semana, el Congreso la tomaría en consideración en el Pleno del martes 30 de agosto y la aprobaría para su remisión al Senado dos días después, el 1 de septiembre.
La Cámara Alta, que también tramitaría la proposición de ley en lectura única y por el procedimiento de urgencia, podría reunirse la semana del 5 de septiembre para aprobar la revisión constitucional de forma definitiva. El texto sólo tendría que volver al Congreso en el caso de que se introdujera algún cambio en el Senado.
DISOLUCIÓN, EL 26 DE SEPTIEMBRE
Las Cortes no se disuelven hasta el 26 de septiembre, pero, tras al aprobación de la reforma constitucional, según prevé la propia Carta Magna, se abre un plazo de 15 días para que, si lo consideran oportuno, un diez por ciento de los miembros del Congreso (35 diputados) o el Senado (28 senadores), soliciten que la reforma se someta a referéndum. Durante es plazo, las Cortes deben estar reunidas, con lo que la modificación constitucional tiene que aprobarse a principios de septiembre.
“La fórmula que hemos ideado es que se cumplan con meridiana claridad y escrupulosamente los mandatos constitucionales”, ha remarcado, en este sentido, el presidente del Congreso en los pasillos de la Cámara.
La única reforma de la Constitución de 1978, que tuvo lugar en 1992 y que permitió el sufragio activo y pasivo a los ciudadanos de la Unión Europea también surgió de una proposición de ley y se tramitó de manera directa y en lectura única. El texto se registró en el Congreso un 7 de julio y se aprobó definitivamente por el Senado el día 30 de ese mismo mes. También en aquella ocasión, el Congreso abrió el pertinente plazo de los 15 días para el caso de que alguien solicitara su ratificación en referéndum.