Considera que “una vez de que ETA ha decretado el cese definitivo de su acción armada no cabe la excepcionalidad”
BILBAO, 8 (EUROPA PRESS)
El presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, ha pedido que se lleven a cabo cambios en política penitenciaria por razones de “principios éticos en el máximo respeto a los derechos de todas las personas”, así como “por razones de contexto”, a pesar de que los presos de ETA no son “nuestros presos, ni nuestros gudaris, ni nuestros héroes. Y tampoco lo son de la mayoría de la sociedad vasca”.
En un artículo publicado en su blog, recogido por Europa Press, el líder jeltzale defiende que Euskadi “no puede ni debe seguir siendo una sociedad en donde el Estado puede seguir ideando y aplicando estrategias de excepcionalidad que siempre acaban teniendo un marcado carácter político e incluso electoral”.
En este sentido, muestra su esperanza de que este tipo de actitudes sean historia y que, “así como los victimarios y quienes han justificado sus acciones han de proceder a una revisión crítica del pasado y al reconocimiento del daño causado”, el nuevo gobierno de Mariano Rajoy actúe, “no ya con valentía, sino con altura de miras y talla política”.
Tras recordar que la manifestación de este sábado está contemplada dentro de la estrategia actual de la izquierda abertzale, Urkullu recuerda que la formación jeltzale se ha pronunciado “desde siempre en relación a la política penitenciaria llevada a cabo por los diversos y diferentes gobiernos españoles”.
“Y, además, PNV ha venido actuando y lo seguirá haciendo, por más que participantes en la manifestación celebrada en el día de ayer sigan pronunciándose con el propósito de pasar la prueba del algodón al PNV”, expresa.
Pese a recordar que los presos de ETA “no son nuestros presos, ni nuestros gudaris, ni nuestros héroes, y tampoco lo son de la mayoría de la sociedad vasca” ya que “hay todo un campo ético que nos separa previo a cualquier consideración política”, Urkullu señala que PNV viene proclamando que sus derechos deben ser respetados.
“PNV ha venido defendiendo en la calle y en las instituciones, y en circunstancias muy diferentes al contexto actual, la necesidad de una orientación en la política penitenciaria más consensuada, flexible y dinámica. Así lo creíamos y creemos tanto por el objetivo de toda política penitenciaria como por los derechos de las personas privadas de libertad por cumplir condena como por la penalización a la que puedan ser obligados los familiares de aquellas”, añade.
El líder del PNV se reafirma además en su exigencia de cambios en la política penitenciaria, por “razones de principios éticos en el máximo respeto a los derechos de todas las personas, y por razones de contexto”.
“Una política penitenciaria justa y flexible, incluso en el sentido exacto del cumplimiento estricto de la ley, es posible y es necesaria”, expresa, para añadir que si la política penitenciaria forma parte de la política antiterrorista, “una vez de que ETA ha decretado el cese definitivo de su acción armada no cabe la excepcionalidad”.
“No hay motivo ni razón que no sea política para mantener una estrategia de excepcionalidad con ningún colectivo de presos. No hay motivo ni razón que justifique que el Gobierno de Rajoy no aborde de forma rápida y decida algo tan aparentemente sencillo, democrático, justo y necesario como que todos los presos, independientemente de la motivación de los actos que les ha llevado a prisión, tengan el mismo tratamiento jurídico y se le apliquen las mismas leyes y normas”, subraya.
ESTRATEGIAS DE EXCEPCIONALIDAD
A su juicio, Euskadi no puede ni debe seguir siendo una sociedad en donde el Estado puede seguir ideando y aplicando estrategias de excepcionalidad que siempre acaban teniendo un marcado carácter político e incluso electoral.
“Esperamos y confiamos que este tipo de actitudes sean ya historia y que, así como los victimarios y quienes han justificado sus acciones han de proceder a una revisión crítica del pasado y al reconocimiento del daño causado, el nuevo gobierno de Rajoy actúe, no ya con valentía, sino con altura de miras y talla política”, añade.
En su opinión, el cierre definitivo de la negra página del terrorismo en Euskadi y en España exige “generosidad y flexibilidad”, sin renunciar a la firmeza en la defensa de los principios éticos, cuestiones en las que EAJ-PNV está “absolutamente comprometido y ayudará en ello a todos aquellos quienes den pasos en la consolidación de este tiempo nuevo que el pueblo vasco quiere vivir de manera definitiva”.