La Fiscalía Anticorrupción quiere que se aclare por qué la gerencia de Urbanismo hizo caso omiso a decenas de expedientes sancionadores abiertos por la Policía Local contra el dueño de varios establecimientos en la calle de La Noria.
La titular del juzgado de Instrucción 3 de Santa Cruz de Tenerife investigará el posible trato de favor que la Gerencia Municipal de Urbanismo pudo otorgar a un empresario del ocio de esta capital, al hacer caso omiso de decenas de expedientes sancionadores abiertos por la Policía Local que nunca acabaron en sanción.
El posible trato de favor y tráfico de influencias otorgado a un afamado empresario ha constituido una pieza separada, la 1.453/11, de la amplia investigación que Anticorrupción, junto con la Policía Judicial, lleva a cabo desde 2008 sobre el posible enriquecimiento ilícito por eventos no autorizados en el Parque Marítimo César Manrique de la capital tinerfeña durante 15 años, desde la época de Manuel Parejo (CC) como responsable de Urbanismo.
En un principio, la juez Cristina Guerra archivó esa pieza, lo que fue recurrido por la fiscal delegada de Anticorrupción, María Farnés Martínez, quien considera que se debe investigar un posible tráfico de influencias en relación al promotor de negocios de ocio, cuyos locales en la calle de La Noria habrían incumplido durante años la normativa vigente sin haber sido sancionado, pese a los numerosos expedientes presentados por la Policía Local ante la Gerencia de Urbanismo. El recurso fue estimado el pasado 28 de julio.
Según fuentes judiciales, no solo serán llamados a testificar técnicos del organismo municipal sino también empresarios del ocio nocturno en la capital tinerfeña, los mismos que ya tuvieron que prestar declaración en Fiscalía en junio de 2009 durante la investigación preliminar del entramado empresarial ligado al Parque Marítimo durante los años en que fue explotado por Santa Cruz Park S.L. y Santa Cruz Park Tenerife S.L., que en 2006 fue traspasada al empresario Luis Gil.
Aunque el grueso de la investigación se centra en el enriquecimiento ilícito generado por fiestas y otros actos lúdicos celebrados en el Parque, entre 4 y 6 millones de euros al año entre 1996 y 2008, la Fiscalía ha encontrado nexos de unión entre ese recinto y varios locales de la calle de La Noria, epicentro del ocio nocturno en la capital chicharrera.