Las fuerzas políticas que sustentan al actual Gobierno de Canarias han asegurado que la reforma electoral “no es una prioridad” para ambas, puesto que el Ejecutivo regional debe “estar más pendiente de reactivar la situación económica, generar empleo, atender a los excluidos sociales y evitar que más gente caiga en la exclusión”.
Así lo ha asegurado tanto el portavoz parlamentario y secretario general de Coalición Canaria (CC), José Miguel Barragán, como su homólogo del Grupo Socialista, Manuel Fajardo, pese a reconocer que este punto iba tanto en los programas electorales de ambas fuerzas políticas como en el documento del pacto de gobernabilidad suscrito en 2011.
Aunque Barragán insiste en que “no estamos cerrados a debatir nada”, en referencia a la propuesta presentada por el Grupo Mixto (NC-PIL) de acabar con la barrera regional y rebajar la insular desde el actual 30 al 5% de los votos válidos emitidos, el portavoz nacionalista apostilla: “debe hacerse ese debate en uno integral sobre la reforma del Estatuto de Autonomía”.
Posición abierta del PSC
En este punto, Fajardo es un poco más flexible, al asegurar que “no es una posición cerrada” del PSOE vincular ambas reformas en una sola.
En concreto, el documento del Pacto suscrito entre CC y el PSC asegura que “es propósito de ambas fuerzas políticas promover un nuevo Estatuto de Canarias sobre la base” del texto aprobado por el Parlamento en 2006 y que, posteriormente, fue remitido a las Cortes y retirado por el primer Ejecutivo que presidió Paulino Rivero con el PP como socio.
El mismo documento del Pacto insiste en que en ese texto retirado “se contienen previsiones en el régimen electoral tales como el número de diputados por islas, circunscripciones electorales y porcentajes de votos que deban obtener las listas electorales para acceder al reparto de escaños”.
“Tales previsiones constituyen un marco válido para que una ley canaria regule su desarrollo”, concluye el documento del Pacto.
Según Fajardo, “todo es discutible, pero no se puede decir que el PSC es contrario a una modificación electoral y a rebajar unas barreras que, curiosamente, se subieron en 1996, cuando Román Rodríguez estaba en CC”.
¿Ahora o nunca?
Es más, y aunque Barragán recuerda que una modificación estatutaria en estos momentos “es difícil por la mayoría absoluta del PP” en las Cortes, contraria a impulsar mejoras estatutarias competenciales, lo que “prácticamente hace inviable cualquier acuerdo en Canarias”, Fajardo afirma que “personalmente, soy de la opinión de que hay que intentar cambiar el Estatuto en los dos años que restan de legislatura”.
Una tesis que es compartida por el líder de Nueva Canarias (NC), Román Rodríguez, cuando al presentar su reforma electoral ha asegurado que “hay que modificar el Estatuto aunque no haya condiciones en las Cortes para ello”.
“Es algo necesario, y está casi hecho todo el trabajo con el documento del año 2006, así que sea el PP en las Cortes quien diga que no y se oponga”, ha asegurado.
Una postura parecida a la de Fajardo cuando ha asegurado que “no hay que cerrar las puertas, porque el trabajo ya está hecho desde 2006”.