Santa Cruz de Tenerife no tendrá una calle con el nombre del líder independentista Antonio Cubillo, según ha acordado este viernes el pleno del Ayuntamiento de la capital tinerfeña.
Esta moción ha generado polémica en el Ayuntamiento, donde se ha debatido sobre la figura de Antonio Cubillo (1930-2012), fundador del MPAIAC, organización que hizo explotar una bomba en el aeropuerto de Gando (Gran Canaria), provocando heridas a una dependienta y que colocó un artefacto explosivo en el antiguo banco Vizcaya que causó la muerte de un agente al intentar desactivarla.
La iniciativa, que ha contado con 13 votos en contra, 11 a favor y 2 abstenciones, se ha votado en secreto, si bien PP y PSOE han dicho de forma pública que votarían no, Sí Se Puede dijo que sí e Izquierda Unida dijo que no votaría.
Hilario Rodríguez, el promotor de la moción, concejal de Coalición Canaria (CC) en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, donde gobiernan CC y PSOE, ha aseverado que a Antonio Cubillo no se le puede rechazar por sus ideas independentistas, al tiempo que ha valorado que fue una persona que murió por sus ideas, lo que, a su juicio, merece un justo reconocimiento.
Hilario Rodríguez, que también ha dado cuentas al pleno de su jubilación, ha entonado “¡Viva Canarias libre!” y ha recordado que hay otras calles en la capital, como Simón Bolívar y Horacio Nelson, que homenajean a personas que han causado muertes.
La concejal del PP Cristina Tavío, con quien Cubillo mantuvo una relación de amistad, ha lamentado que el líder independentista no condenara la violencia en público, motivo por el que su partido ha rechazado que se le ponga una calle con su nombre.
El concejal del PSOE José Ángel Martín ha comentado que, aún respetando a Cubillo, su partido no puede votar favorablemente, ya que, según ha dicho, cualquier tipo de terrorismo es inaceptable.
El concejal de IU José Manuel Corrales ha denunciado que estas “polémicas” desvían la atención y se ha negado a participar en votaciones secretas.
El concejal de Sí Se Puede Pedro Fernández Arcila ha apoyado la moción porque Antonio Cubillo forma parte de la historia contemporánea de Canarias “y eso no se puede negar” y también por los riesgos que asumió durante el franquismo, periodo que ha dicho que provocó el nacimiento de organizaciones armadas como el MPAIAC.
El concejal de Ciudadanos por Santa Cruz, Guillermo Guigou, ha opinado que es una lástima que la apertura de un expediente de honores vaya al pleno si no viene avalada por la unanimidad de la Junta de Portavoces.
El alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, ha pedido a los concejales que se expresen libremente y ha justificado la votación secreta, ya que, según ha precisado, es fruto de un acuerdo mayoritario de la Junta de Portavoces.
En el texto de la moción, se reconoce que “la dimensión política de Cubillo es polémica”, si bien se le describe como un “luchador por la libertad” y un “activo demócrata”, que se opuso al franquismo y defendió los derechos de los trabajadores.
Asimismo, se señala que la personalidad de Cubillo “dentro y fuera” de Canarias es “absolutamente indiscutible”, tanto en países africanos, donde dice que se le considera un político “siempre” comprometido con el futuro de su tierra, como en Europa y en los organismos internacionales.
Mientras se producía el debate sobre la figura de Antonio Cubillo, algo más de una docena de independentistas desplegaron varias banderas con las siete estrellas verdes en el salón de plenos, donde, al finalizar la votación secreta corearon “Se siente, se siente, Cubillo está presente”.
Al inicio del pleno, que comenzó a las 9 de la mañana y la moción se votó a las 17 horas, la organización Canarias Libre se convocó ante las puertas del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife para apoyar la moción del concejal de CC.
Asimismo, presentaron un documento avalado con 1.400 firmas en el que se pide que pongan en Santa Cruz de Tenerife una calle con el nombre de Antonio Cubillo.
Antonio Cubillo, licenciado en Derecho por la Universidad de La Laguna, sufrió un atentado en su casa de Argel supuestamente perpetrado por la policía española pocos días antes de un viaje que pretendía hacer a Nueva York para hablar ante el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas acerca de la soberanía de Canarias.