La Guardia Civil ha desalojado la mañana de este viernes a unas 200 personas en la playa de Tauro, en el sur de Gran Canaria, al comprobar que habían ocupado la zona acotada por orden judicial debido a las irregularidades detectadas en su construcción, ha informado a Efe la Comandancia de Las Palmas.
La playa de Tauro, originalmente de piedra, fue cubierta por 70.000 toneladas de arena durante unas obras que se realizaron sin cumplir las condiciones exigidas por el Ministerio de Medio Ambiente, lo que condujo el año pasado a la destitución del entonces jefe de Costas de Canarias, José María Hernández de León.
De hecho, este funcionario público se enfrenta ahora a una solicitud de condena de tres años y medio de cárcel por parte de la Fiscalía, que le acusa de haber autorizado las obras siendo consciente de sus irregularidades y también de haber falseado documentos para ocultarlo.
Esa denuncia ha dado lugar a un procedimiento penal que se instruye en el Juzgado número 3 de San Bartolomé de Tirajana, en el que se ha tomado la medida cautelar de vallar la nueva playa artificial de arena y prohibir por el momento su uso.
Fuentes de la Guardia Civil han explicado este viernes a Efe que el año pasado ya se produjeron algunos problemas con personas que se saltaban la prohibición, traspasaban las vallas y usaban la playa.
El problema de este viernes ha sido más engorroso para los agentes de la Benemérita, porque las vallas que acotan la playa han sido sustraídas y se han visto obligados a explicar a 200 bañistas en plenas vacaciones de Semana Santa que esa playa está fuera de uso y legalmente no pueden estar allí.